Saltar al contenido
Blanca Nieves Palacios
Compartir en:

Blanca Nieves Palacios Barreda

Blanca Nieves Palacios

La división

Sobre los hoy millones de ciudadanos mexicanos recae una pesada loza similar a la que cargaron nuestros ancestros desde la ominosa división de clases entre ricos hacendados y peones indígenas y el autoritarismo de generales contra una ciudadanía desprotegida.

Sexenio tras sexenio, hemos seguimos padeciendo generación tras generación, a partir de la fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), fundado por Plutarco Elias Calles en 1929, cambiando de nombre a iniciativa de Lázaro Cárdenas en 1938 a, Partido de la Revolución Mexicana (PRM); para posteriormente Manuel Ávila Camacho en 1946 denominarlo, Partido Revolucionario Institucional (PRI).

A partir de la década de los sesenta sentimos con mucho más rigor lo que es el autoritarismo y la represión por parte de gobiernos priistas cuyo signo distintivo ha sido la corrupción y la división de una sociedad; a pesar de estar ya conformados por civiles y no militares, se acrecentaron las ansias de poder y de fortuna de quienes han  llegado a la presidencia, apoyados por la fuerza y poder de un partido que se define ideológicamente como:centralista; corporativista; tecnócrata, sustentando sus acciones en un franco y abierto neoliberalismo. 

Tanto daño han hecho al país con tanto despojo y entreguismo, como a los ciudadanos tanto con el unipartidismo, como el que en la actualidad nos viene haciendo el multipartidismo.

En la actualidad con un nuevo gobierno, cuyo sexenio abarca de 2018 y concluirá el 2024, teniendo como presidente a, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la división entre los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, es notorio; igualmente entre el cúmulo de partidos políticos, mismo que se conforman con la participación de la ciudadanía, conocida como “la militancia”.

Esta “militancia”, no tienen poder de participación en las decisiones de los partidos, éstas son tomadas por las cúpulas de estas organizaciones políticas sostenidas y mantenidas con el erario público; de ahí que perteneciendo  o no a partido político alguno, contribuimos con todos ellos, sin que tengan que dar cuenta de en que gastan los millones de pesos que reciben de nuestros impuestos.

Podemos los militantes de uno u otro partido discutir, molestarnos, pelear, para finalmente aceptar la absoluta e irrefutable incongruencia  de que, a todos los dirigentes de esos partidos políticos  los mantenemos por igual.

Y si de incongruencias hablamos las que ocurren en el Congreso de la Unión, es el lugar donde más se da la desunión y una división atroz; se llega a ocupar un escaño de diputado o senador,  con el propósito de ser representantes de los ciudadanos ante los poderes, Ejecutivo y Judicial y velar por el bienestar tanto del país como de sus habitantes.

Nada de esto ocurre, para empezar llegan ahí mediante trampas y triquiñuelas hechas por los partidos políticos, apoyan más a los grandes empresarios, nacionales y extranjeros, así vayan en perjuicio de sus representados y del país mismos; no hay discusión ni debate dignos de ser escuchados, las “bancadas” de cada partido defiende sus intereses, no los del pueblo.

En lo que al poder Judicial se refiere, ministros, jueces, ministerios públicos, lo menos que se puede decir de ellos es que, en la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que ahí prevalece es la injusticia desde cualquier punto de vista que se le mire, la corrupción y el interés de los mismos ministros y jueces, los ciudadanos afectados que ahí acuden buscando se imparta justicia, deben esperar largos años para que se de solución favorable a su problema y hablamos de 8, 15, 20 años para solucionar un conflicto legal.

Considerándose los ministros de la SCJN, dioses omnipotentes, sus decisiones son inapelables e indiscutibles, aún cuando entre ellos mismos hay personas de una muy baja calidad moral, como Eduardo Medina Mora por acusado por tráfico de influencias u otros por conflictos de interés; ministros que niegan pensión alimenticia; ministra  que  ha plagiado su tesis de doctorado y permanecen en esos puestos devengando salarios de más de 400 mil pesos con un sin número de prestaciones,

La mayor división a la vista y sin  señales de unificar criterios en beneficio del pueblo de México es la que todos los días se manifiesta entre el poder Legislativo y el Judicial contra el Ejecutivo, los primeros contrariamente a lo que acostumbraban  con anteriores presidentes, demostrar una sumisión y servilismo grotesco e insultante a su investidura; el presidente desde la principal tribuna, su mañanera, convertida en un verdadero ring de lucha libre, descalifica y califica a sus homólogos poderes como lo que son, unos corruptos y, defendiendo a quienes hoy son sus amigos; aun cuando son descubiertos o denunciados cometiendo actos de corrupción.

Todo esto es entendible, porque se dice: “ la forma es fondo” y, estos fondos están muy a la vista de todos: “ divide y vencerás” .  

Tal vez te puede interesar Inseguridad Pública afecta a la juventud mexicana

👋
Suscríbete al boletín

buzón

Noticias Actualizadas por e-Mail

¡gracias por leernos!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *