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Blanca Nieves Palacios Barreda
Nos hacen trampa
La opinión generalizada en torno a dos importantes casos que han permanecido inamovibles en México son: la autonomía de universidades públicas y, el manejo de los partidos políticos; en ambos la corrupción es inocultable, pero tolerada y no sancionada por las autoridades correspondientes.
Las universidades públicas, cuyos subsidios son destinados para la educación, investigación, deporte y cultura, provienen del erario público, esto es, de los impuestos que todos los ciudadanos pagamos.
A estas universidades se les ha dado el status de autónomas, en función de la libertad de cátedra e impartición de la enseñanza, en la cual el estado no podrá imponer sus criterios programáticos educativos, es a través de un organismo que se rigen las funciones de estas Instituciones de educación media y superior, al cual se le ha llamado, Consejo Universitario, en el que igualmente se toman decisiones siempre encaminadas a la superación en todas las áreas y funciones que conforman estas universidades.
En ninguna de ellas se observan la rectitud, responsabilidad, honestidad y un estricto criterio apegado a lo que es el espíritu y función para lo que han sido creadas, yendo en detrimento cada vez mas la importante labor educativa, prevaleciendo, la corrupción, en función de los miles de millones de pesos que anualmente se les otorga, sin que haya las reales y obligatorias auditorías que las autoridades correspondientes deberían de hacer para tener certeza de la debida aplicación de los recursos que se otorgan.
En estas universidades públicas en las que, la corrupción, el desvió de recursos y la implantación del nepotismo a nivel superlativo, acompañado de un terrorismo feroz contra la comunidad universitaria, tanto entre los trabajadores académicos y administrativos, como contra los estudiantes que, ante tantas amenazas de diversas índoles, han guardado un silencio por décadas, se le ha causado un enorme daño a estas instituciones de educación media y superior.
Entre estas universidades públicas destacan dos, la Universidad de Guadalajara (UdeG) y la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS); ésta última percibió como subsidio en el 2022: 4,623’983.00 del gobierno federal y del gobierno estatal, 2,196’485.602.00 alcanzando la cantidad de: 6, 820’468,00; sin que a nadie den cuenta de los destinos de esas millonarias cifras anuales, solo se intuye al ver las fortunas y el gran número de propiedades de los ex rectores Raúl Padilla de la UdeG y de Héctor Melesio Cuen Ojeda de la UAS, quienes son los beneficiados con esos subsidios .
Ante esta desatención de las autoridades correspondientes y el erróneo significado que las autoridades universitarias le han dado a la “Autonomía”, las Universidades púbicas, otrora, democráticas, criticas y populares, los Rectores, las han convertido en sus empresas particulares, haciendo grandes fortunas mediante el desvío de los subsidios y la comercialización de la educación, como si fueran Universidades privadas.
Similar situación ocurre con los partidos políticos, que los han convertido en jugosos negocios familiares; en la actualidad son 6:
Partido Revolucionario Institucional (PRI) con un gran corrupto de presidente, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas con registro desde 1946; Partido de Acción Nacional (PAN), presidente, Marko Antonio Cortés Mendoza, registrado en 1946; Partido de la Revolución Democrática (PRD) Jose de Jesús Zambrano, registro de 1989; Partido del Trabajo (PT) propiedad de Alberto Anaya, con registro desde 1993; Partido Verde Ecologista de México (PVEM) de, Jorge Gonzáles Torres y su hijo Emilio González Martinez, registrado en 1993; Partido Convergencia por la Democracia hoy Movimiento Ciudadano (MC) de Dante Delgado Rannauro, con registro en 1997; Partido MORENA, presidente impuesto, Mario Delgado, registrado en 2014.
A todos estos partidos políticos por ley, aprobada por esos mismos políticos, diputados y senadores, afiliados a estos partidos, se les otorgan las llamadas “prerrogativas”, que son miles de millones de pesos para su funcionamiento, mismos que el Instituto Nacional Electoral (INE) se encarga de repartir; en 2022 les fue aprobado un presupuesto de: 13 mil 987 millones 856 mil 773 pesos, de los cuales,6 mil 233 millones 510 mil 798 pesos fueron repartidos entre estas organizaciones.
MORENA:1,837’562,623; PAN 1,101’341,954; PRI 1,079’140,147; MC 580’460,239; PVEM 507’553,646; PRD 424’365,580; PT 405’592,295 estas cantidades solo para actividades ordinarias, más 178 millones 080 mil 495 para actividades específicas, mas esta misma cantidad para el liderazgo político de las mujeres.
Se comprende viendo estas cantidades, la negativa de los consejeros del INE, empezando con su presidente Lorenzo Córdova, la de diputados y senadores a la iniciativa de reformas a la Ley Electoral, enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues contemplaba: la disminución tanto del número de diputados de, 500 a 300 lo mismo que de los senadores, de 128 a 96, así como reducir los exagerados sueldos y descabelladas prestaciones que ellos mismos se aprueban, con el desconocimiento de los ciudadanos.
Las marchas de defensa cuyos lemas son: “el INE no se toca”; “el voto no se toca”, “la democracia no se toca” y, a la que acuden muchos ciudadanos, deberán de entender que, son un verdadero engaño, porque es justamente en el INE, en el Congreso de la Unión y en los Partidos Políticos, donde se han especializado en ese arte de engañar y vivir a costillas del pueblo. ¡si conciudadanos!
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