Saltar al contenido
Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos
Compartir en:

OBSERVANDO

Patricia Alvarado

“Solidaridad le llaman”

Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos

Dar

Guadalajara, Jalisco. México se ha caracterizado por ser un país solidario.

     En las festividades como las navideñas las personas mexicanas se vuelcan para dar, repartir y compartir, ofreciendo apoyo y cooperación solidaria, se destaca también que en ocasiones no muy favorecedoras como catástrofes ambientales y sociales ofrecen ayuda y protección.

     Decía una conocida que vivía en la frontera norte del país “somos pobres, pero bien felices y por eso damos”, esa frase hoy más que nunca hace sentido porque muchas de las veces las personas se quitan de la boca comida o ropa para darlo a la persona más necesitada, y ese desprendimiento de cosas materiales encierra un poco o un mucho de felicidad, ya que dar y recibir en pos de la otredad construye y edifica al ser humano.

     En estos días he visitado colonias vulneradas por la pobreza, llevando como puente algún obsequio; las personas al verme sonríen y extienden las manos para recibir el presente, ante lo cual yo les pregunto, – ¿Cómo están?-, -¿Cómo les ha ido?- y la respuesta indefectible es -¡Bien!-, -¡Aquí pasándola!-, y no dejo siempre de sorprenderme que hay más pobres que los pobres y que la realidad social es de marcada desigualdad al ver la precarización en que viven, casas de madera, calles de tierra, sin agua, sin electricidad, con una niñez marcada por la desnutrición, y es innegable el cuestionamiento social -¿Hacia dónde va nuestro país?-.

     La pobreza en lugar de disminuir va en aumento y las personas más vulneradas son la niñez, las personas adultas mayores, la juventud y las mujeres, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza en México se incrementará en un 2.3%, esto es, 2 millones 500 mil mexicanos estarán en situación de pobreza, un dato nada halagüeño para finalizar un año que ha sido marcado por distintas violencias a lo largo y ancho del país.    

   La sociedad mexicana ha vivido a raíz de la pandemia una gran sacudida comunitaria, nos hemos dado cuenta de que es necesario brindarse al ser humano sin distinción de clase y entorno, cuidar de la niñez y juventud mexicana es sustancial y procurar por sus derechos humanos de bienestar, salud y educación una responsabilidad ciudadana.

     Para la reconstrucción de nuestro país, se necesita a todas las personas, no se puede reconstruir si no es en unidad. De ahí que hay que seguir pugnando por políticas públicas que ayuden a la población vulnerada, que estas  aumenten y se sistematicen para desarraigar este clima de pobreza y desprotección social, hay que continuar sembrando solidaridad y empatía en todos los entornos sociales, no dejar de lado la exigencia al gobierno de que los derechos humanos de las personas mexicanas estén garantizados, poner en el centro a las personas y trabajar por ello; como entes sociales seguir dando voz a las personas desprotegidas, sumar, apoyar, cooperar, ser solidarias para el fortalecimiento y desarrollo del país.

          Dentro de este engranaje solidario no se puede omitir a las organizaciones no gubernamentales que surgen por la necesidad de ayudar y proteger a grupos vulnerados, con el compromiso y la visión de que todas las personas pueden hacer algo por los demás consolidando un cambio social solidario, rescatando la fraternidad revolucionaria.

     Y sí, hay que ser felices y seguir dando con dignidad, porque quien da experimenta su interconexión con el todo, crea espacios de paz y solidifica su autenticidad e identidad como ser humano.

Si quieres un cambio social ¡Súmate a él!

Tal vez te puede interesar Festejos de año nuevo, autoridades piden a la ciudadanía no encender fogatas ni usar pirotecnia

👋
Suscríbete al boletín

buzón

Noticias Actualizadas por e-Mail

¡gracias por leernos!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *