Espacio ecléctico
Gloria Patricia Aceves Ramos
La intimidad pública
Bien, muy bien, vaya una cantidad interminable de aplausos, para todos aquellos visionarios que cambiaron en mucho y para bien, la vida del ser humano.
Me refiero a quienes no dejaron de proyectar un futuro ideal, en donde la comunicación, la rapidez y la eficiencia de esta, fueran elementos primordiales, y lo lograron.
Con la evolución de internet, telefonía celular, la creación de redes sociales, y plataformas streaming, dieron un giro importante en la narrativa histórica de la humanidad.
Hemos sido testigos, de los cambios, en donde los medios masivos de comunicación, se desplazaron, y ya no fue la televisión, lo más recurrente para la información y el entretenimiento.
Con la creación en 2005 de youtube, algo que aparentemente no tendría tanto auge, y un año antes, la aparición de Facebook, el individuo, se dio cuenta de que sus sueños de ser famoso y tener su “propio programa” se podía cristalizar.
Se abrieron foros para opinar de todos los temas, para lanzar tutoriales abordando temáticas que quizás a nadie se le hubiera ocurrido exponer, cada uno de nosotros, tuvimos y tenemos la posibilidad de explorar estas plataformas y hacernos presentes en la escena pública.
Personalidades de todas nacionalidades y tendencias, ahora deben de tener su propio canal, y una cuenta en cada una de las redes que se vuelven más abundantes, y crean una mayor exigencia para estar al día presentes en los temas actuales.
Instagram y Tik Tok, son prácticamente sitios obligados para todos los usuarios de internet, de ahí que se cree un modo de apremio para el resto de “los simples mortales” de crear una cuenta y hacerse presentes, es muy fácil que seas protagonista de tu historia, ya no se necesita un sofisticado equipo de cámaras, iluminación, audio, etc.
Puesto que la gran mayoría contamos con un teléfono celular de medianía o alta calidad, que puedan grabar videos y trasmitirlos, así que con este elemento, y el deseo de estar en la escena que ofrece internet, se puede “subir” una opinión, un baile, fotografías familiares, eventos sociales y comentarios de una nota que ha sido masticada cientos de veces, pero que el morbo del humano hace que sigamos consumiendo el tema.
De tal suerte que ahora podemos observar, y participar directamente con los exponentes, con un comentario, puede ser en la trasmisión en vivo, o en las miles de repeticiones, y estas participaciones las encontramos en todos los tonos e intenciones.
Twitter, es un ejemplo de no poner límites a la interacción entre “Los famosos” y los “Comunes” en donde se pierde la línea del respeto, los que tienen una cuenta, adquieren el poder de expresarse (bien por eso) pero en formas burlescas, grotescas y finalmente, con groserías declaradas, al que por suerte, hace pública una opinión, quien escribe lo más ofensivo al personaje en cuestión es quien se lleva las palmas, así que el ingenio del público debe de estar en su fase creativa para ganar al anterior mal intencionado comentario.
Esto me lleva a la reflexión que quizás era mejor cuando se conservaba ese margen entre personas que componemos los diversos sectores. Me desilusiona un poco saber que aquella parte del ser humano, que debe de guardar como algo muy preciado, que es su vida privada, sea expuesta, y se espere una interacción.
Como en aquel filme, en el que el protagonista, sin saberlo, era grabado en vivo y visto por millones de espectadores, en donde eso era lo interesante, aunque su vida fuera simple, el hecho de saberse observadores de la privacidad, confería poder al público.
Este tema se repite, tal parece que aunque no seamos famosos, no tiene espacio en nuestra vida el factor privado, todo debemos exhibirlo, qué comemos, a dónde vamos, con quién estamos, bodas, nacimiento y evolución del individuo, vacaciones, noviazgos, rompimientos y una nueva relación. Nuestra existencia se cuelga de Facebook, Youtube, Instagram, Twitter, Tik Tok, WhatsApp, Telgram, WhatsApp, Twitch.
Y todas las otras plataformas que surgen, llegamos a un momento en que lo privado, lo hacemos público, si tengo una opinión, hay que ventilarla, si hay un evento social o familiar, inundar las redes con fotos, si domino un tema, o me gusta grabar algunas cosas, puede que sean intrascendentes, pero siempre habrá un público para ello, y eso es lo importante.
Y qué decir de las nuevas generaciones a las que estamos educando en el – Baila, te grabo y lo subimos a tu cuenta- En donde eso importa más que leer, escribir, aportar proyectos a la sociedad.
Este el punto de vista de quien escribe, pero si tienes algo que opinar, con gusto leo tus comentarios, finalmente “A la tierra que fueres, haz lo que vieres” Gracias por leer esta Columna Ecléctica.
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