Generalidades
José Roque Albín Huerta
Trabajo en equipo
Pareciera que de unas semanas a la fecha sólo existieran para los mexicanos malas nuevas. Basta ojear un poco la Red para percatarse del pesimismo que gravita en el ánimo de nuestra sociedad. Noticias como la ascensión de Trump al poder, los casos de corrupción de gobernadores y sobre todo, el recién estrenado aumento del precio de la gasolina, ha generado un justificado malestar, inconformidad e indignación en el grueso de los mexicanos. De diferentes rumbos y esferas han surgido invitaciones a paros y movilizaciones algunas pacíficas y algunas otras no tanto.
Sin el afán de caer en una perogrullada, no encuentro dos respuestas más efectivas que estas: trabajo y ahorro.
Decía Hesíodo (“Los trabajos y los días”), “trabaja con el fin de que el hambre te deteste… si deseas riquezas, añade trabajo al trabajo”. Mientras que Barrio Maestre citando a la Ética de Nicómaco de Aristóteles (“El balcón de Sócrates”):” El ethos doméstico –el ambiente de la casa – tiene mucho que ver con el reparto de cargas y beneficios y con el necesario arte del ahorro, pues mientras las necesidades humanas crecen ilimitadamente los recursos para satisfacerlos son siempre limitados, y eventualmente pueden resultar escasos. Mas estas tareas han de estar regulados por la justicia y la templanza”.
Si bien, no descalifico las movilizaciones civiles, -siempre y cuando sean reguladas por la justicia (sin lastimar los bienes de terceros) y la templanza (sin violencia), sugiero inclinarnos como sociedad por trabajar y ahorrar. Enumero algunas sencillas acciones que no por conocidas dejan de ser sumamente valiosas y sin embargo poco practicadas.
- Ser conscientes de que vivimos en una situación de crisis económica, pero sin caer en obsesiones paranoicas ni exageraciones amarillistas que propicien el desánimo social.
- Probar el autoempleo si no para ofrecerlo a los demás sí para generar ahorro (el no gasto se traduce en ahorro) dentro de la propia familia. Por ejemplo, ciertas reparaciones domésticas eventualmente no representan mayor complejidad y pueden realizarse por los propios miembros de la familia.
- Aprender a utilizar eficientemente las tarjetas de crédito. A pesar de que las tasas de interés se encuentran a niveles desorbitantes (alrededor de 60%)
- Desarrollar el hábito de comparar precios antes de adquirir bienes, servicios o insumos.
- Privilegiar el uso de medios alternos de transporte. Distancias de no más de uno o dos kilómetros no ameritan el uso del automóvil, por ejemplo, y distancias cortas menores o iguales a diez kilómetros pueden ser recorridas sin mucho problema en bicicleta o transporte público.
- Evitar el incurrir en actos que impliquen infracciones económicas de cualquier naturaleza mediante el cumplimiento de las normas (pago de impuestos, infracciones de tránsito, etc.).
- Evitar los gastos hormiga.
- Consumir los productos mexicanos para que la riqueza se quede en México.
- Cuidar la salud y el trabajo como dos de los bienes más preciados.
Y finalmente siguiendo al mismo Hesíodo: “séate agradable trabajar útilmente, a fin de que los graneros se llenen en tiempo oportuno”.
Los mexicanos hemos sido sacudidos por recurrentes crisis económicas desde que tengo memoria, pero somos una raza fuerte, creativa y sobre todo trabajadora que se sabe levantar de las adversidades cuando el destino se lo exige. Hoy más que nunca veamos en el ahorro, pero sobre todo en el trabajo honrado y responsable el medio que nos permitirá salir airosos de esta y las crisis que se nos presenten.
Amigo lector Usted tiene un panorama más amplio al respecto, agradezco su tiempo para leer esta aportación.
Losdostraviesos1@gmail.com
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