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Madres buscadoras

Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos
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OBSERVANDO

Patricia Alvarado

Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos

Madres buscadoras

Guadalajara, Jalisco. Vida, dolor y sangre ha costado al país la desaparición de personas, hombres, mujeres, y niñez sin distingo desaparecen, la justicia y la seguridad de las personas sigue ausente a lo largo y ancho del país.

     Infinidad de mujeres ante la nula o poca procuración de justicia se lanzan a las calles, barrios, colonias, campo, ciudades, estados a buscar a sus seres queridos.

    Hablar o escuchar de “madres buscadores” se ha vuelto normal en nuestro país, es el pan de cada día saber de una nueva persona desparecida; se oye sin asombro  el rumor del vulgo “ otra más”, “otro más”, recientemente se dieron a conocer varias noticias de personas víctimas de desaparición de personas  como la niña de 14 años Emilia que tras varios meses de desaparecida encontraron su cuerpo sin vida, o la mujer de nombre  Teresa Magueyal de Celaya, Guanajuato  quien buscaba a su hijo, y  que al ir en su bicicleta por las calles de su colonia la asesinaron a balazos, o el caso del hijo que encontraron muerto de Diana Loza exfiscal de la Unidad de Desaparecidos en Tijuana, B.C.,  quien se convirtió en “madre buscadora” ante la incertidumbre de no saber de su vástago.

     Madres claman por sus hijos y su rezo es “hasta encontrarlos con vida, “si creen que vamos a dejar de buscar, no lo vamos a hacer”, madres que rudimentariamente las más de las veces salen a buscar a sus hijos con la esperanza de encontrarlos con vida, sanos y salvos.

     Las madres buscadoras, están cansadas, fastidiadas, agotadas; en Sonora el colectivo Madres Buscadoras de Sonora según fuentes periodísticas cerrarán este 10 de mayo las carreteras empezando por Bahía de Kino, con la esperanza de que las autoridades las escuchen, que les den rendición de cuenta de las investigaciones, que las vean.

    Ante más de 100 mil personas desaparecidas es menester sumarse a la causa, nunca se podrá saber si la próxima víctima sea una persona allegada a nuestra familia, a nuestras amistades, a nuestro entorno social y de trabajo.

    Vaya un reconocimiento a todas estas mujeres que sin importar estrato social y cultural suman y multiplican solidaridad ante esta enfermedad social como lo es la desaparición de personas.

    Este día 10 de mayo cabe repreguntarnos como construir la paz en un país erosionado por la narcoviolencia, las desapariciones y distintas violencias fracturas sociales que dejan estelas de angustia y dolor en la vida de las madres mexicanas, lo que ocurre en México es una enfermedad social que requiere atención inmediata de las autoridades e instituciones para lograr a lo que se aspira; un mundo de paz y justicia social en nuestro país.

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