SOLO PARA QUE TE ENTERES
Blanca Nieves Palacios Barreda
La esencia de los pueblos
En los diferentes países que pueblan este planeta, unos en mayor u otros, en menor medida, pero en todos se da el fenómeno de que una persona le quite la vida a otro; las guerras son una afirmación de, como en ellas han muerto a través del tiempo millones de seres humanos, que, entre sí se desconocen.
Es del conocimiento generalizado que, los motivos de esas guerras entre países son la ambición comercial de la venta de el mayor número de armas, cada vez más sofisticadas y, en segundo lugar, no menos importante, es el despojo de los bienes con los que la naturaleza beneficio a algunos países.
Y es en función de esos dos motivos que, pocos países han llegado a ser temidos por su poderío armamentista y económico, destacan Estados Unidos de Norteamérica; Rusia; China; Japón, entre otros.
Los tratados de los que tenemos conocimientos que se dan, deberían de llevarse en un estado de paz y con un verdadero sentido comercial de cambio y beneficio mutuo; no es así, siempre ha prevalecido la ventaja de esos países aprovechando su poderío.
Aquí en México, país vecino de uno de esos poderosos países que se creen dueños del mundo y mediante la violencia ejercen e imponen su voluntad en aquellos países que no tienen defensa alguna ante ellos; nuestra historia lo señala y las nuevas generaciones lo constatamos al saber que hemos sido despojados por miles de kilómetros de extensión de nuestra superficie territorial.
Y sabemos también que, en la actualidad resulta imposible recuperar esas tierras que por siglos nos pertenecieron; lo mismo que los países de América del centro y sur de este continente seguimos sometidos a los deseos y disposiciones de gobiernos gringos y porque los mexicanos que se fueron en busca de ese “sueño americano” tan mencionado, no lo permitirían porque su mentalidad ha cambiado y muchos se sienten mas gringos que mexicanos.
Toda esta situación descrita nos lleva a pensar y a preguntarnos, ¿Por qué los mexicanos y ciudadanos de nuestros países hermanos del centro y sur de América, insisten en ir a E.U. del norte de América, donde no los quieren, donde prevalece el racismo, donde se dan las peores masacres, sobre todo en las escuelas, y cometen actos atroces en países que están a miles de kilómetros de su país?
El principal argumento que se maneja por parte de los migrantes y grupos defensores de ellos, es que; “vienen huyendo de la violencia, del hambre, del desempleo” y se organizan en caravanas de 5, 8 y hasta 10 mil personas que se vienen con hijos pequeños; madres embarazadas en la creencia de que al llegar a la frontera entre México y E.U. les darán una gran bienvenida y su hijo nacerá ahí y por lo tanto ya será “gringuito” y ellos como padres tendrán su ciudadanía gringa.
Ya desde su salida de sus respectivos países, me resulta incomprensible ¿cómo es que se organizan?, no se ve un líder o comité al frente que los dirija; la gran mayoría no trae los mínimos documentos requeridos para ingresar de su país a otro, pero traen la fuerza para derrumbar las frágiles mallas que dividen a Guatemala y México.
Con sin sinceridad, con respeto, pero sin hipocresía, ¿Cuántas personas con antecedentes delincuenciales o verdaderos delincuentes, vienen en esas “caravanas” ?; E.U. cierra sus fronteras y mandata a México retener aquí a esos miles de personas, que lamentablemente muchos en este ensueño y en su búsqueda de una mejor vida, los asaltan, violan, asesinan, y hasta los queman.
México ante los altos índices de pobreza y la enorme violencia que padecemos, resulta imposible dar cumplimiento a ese “sueño americano” que con tanta ansiedad buscan; las exigencias que los migrantes plantean, deberían presentarlas en su país y a sus respectivos presidentes, organizándose, así como organizan las caravanas y lanzarse a sufrir lo indecible por entrar a un país, E.U. de Norteamérica que ha demostrado que, ni a nosotros sus vecinos quiere.
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