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Vivir en la Otra Acera

Vivir en la Otra Acera
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¿Y Quién es Usted?
Por: José Ruíz Mercado
Sociedad multifacética. Estructura multicolor. Etnias diversas. Choque
ideológico. Verdad absoluta. Los peregrinos. La soledad impera a pesar de los
transeúntes. Sol de cuaresma.
Sociedad en el respeto es aquella en donde a nadie se le pide cartilla de
pensamiento. En donde nadie transita con la verdad absoluta. En donde cada uno
camina con su dios en el bolsillo.
México nació con la insidia política entre lo liberal y lo religioso. Entre el libre
pensador y el creyente, en donde la creencia de lo bueno y lo malo no da lugar a
un tercero.
Este conflicto afirmó, entre otras ideas, la ausencia del sufragio femenino [las
mujeres votan por los curas], la ausencia de la mujer en el muralismo, de parte de
los liberales; por la otra parte, la mujer como portadora de la tentación.
México es un país triste. Con doble intensión. Por eso grita, dice no doblegarse,
pero se minimiza. Por eso su cantar popular es de fanfarronería, de un falso
orgullo en donde se visualiza su miedo al fracaso.
Fracasar o salir triunfante requiere de un modelo. Ese modelo debe de ser único,
y esa unicidad se da a partir de seguir lo lejano, la copia de una verdad
inalcanzable; de ahí, la búsqueda de modelos foráneos.
Aceptar el triunfo del otro es sinónimo de fracaso. Si el otro es grande no soy el
Rey que tanto aspiro. Ser Rey en una democracia es una falacia, aún así, la
búsqueda es válida en mi demencia.
De este conflicto surge la negación del autor. Soy quién dice por eso asumo la
propiedad. El autor de la música, de la coreografía, de la obra de teatro pasan
desapercibidos, claro, a menos que el nombre vista.
Vivir en la otra acera es pretender otra visión del mundo. Si mi vecino es
importante, me alegra y canto su alegría. Si mi vida está coludida con importantes,
probable, yo también lo sea. Se envidia lo que no se tiene.
Ser mujer en tierra de machos es tener la seguridad de, mínimo, ser minimizada,
ser ateo en tierra de católicos tiene sus consecuencias. La conflictiva lleva a la
ausencia del trabajo comunitario.
Desde los tiempos de Plauto ya se decía el cómo los esclavos liberarían a los
amos, porque estos desconocían su esclavitud. Luego entonces, los esclavos
llevarían a la libertad social.
La riqueza de los últimos años radica en el despertar de las conciencias. No
porque ya no exista el conflicto, sino porque estamos despertando de la
ensoñación, somos la sociedad de la transición.
Un momento complejo. Decisivo. Nos puede llevar a escribir, con mayúsculas, la
historia, o repetir esquemas. Comprender la falacia de la verdad absoluta para
abrir otros horizontes.

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