¿Y Quién es Usted?
Por: José Ruíz Mercado
Así es esto de la poesía. En ocasiones los caminos se bifurcan para llegar cada
uno a donde quiere llegar, al estilo, al rincón menos esperado, pertenecer o no a
un grupo, una tendencia, una temática.
La lección es esa multiplicidad de circunstancias, de lecturas del mundo, de la
visión que como individuos sostengamos del colectivo, de la propia lectura del
imaginario cotidiano.
Y así vamos coleccionando imágenes de las calles, las fuentes, el sol o la luna
frente a ese universo arbóreo de todos los días con sus meses y sus montañas,
sus valles, sus avenidas de ida y vuelta.
Hablemos entonces de La Vida Giratoria, la obra más reciente de Raúl Aceves
Lozano, de quién se dice alguna vez estudió psicología en el ITESO, ejerciendo
por diez años, para luego enterarse que no iba por ahí.
Se dice que nació en Guadalajara un nueve de diciembre de 1951, posiblemente
por el barrio del Santuario, de donde es oriunda su madre. En la Guadalajara del
Siglo XX la procedencia de un barrio es importante.
Raúl Aceves estuvo cerca de esa generación que Pedro Valderrama llama La
Generación Disidente. Quién estudia, investiga, desarrolla un plan de análisis tiene
la calidad moral de darle un nombre, de mencionar grupo, procedencia, ubicar en
tiempo y espacio una forma estructural de decir al mundo.
Raúl Aceves publica en la antología de Jesús Rodríguez Gurrola, de hecho, es
quien abre los pétalos de esa flor a la cual se refiere el antologador. Publicado por
el Ayuntamiento de Guadalajara el 4 de marzo de 1988.
En la ficha bibliográfica dice: “A partir de 1975 inicia su aventura literaria con la
publicación en la revista El Cuento dirigida por Edmundo Valadez, de título Más
Acá del Más Allá.”
Aparecen, posterior a Cólera, el primer folleto de literatura publicado en
Guadalajara, el que continúo con la visión de la dirección colectiva: Vértice y
posteriormente Tutuguri. Luego publica en Péñola, Tinta, Opción, Chanchullo,
Incluso, Éxodo, hasta llegar a Tierra Adentro. Regresa al cuento en la Revista
Convergencias.
Para ese año del setenta y cinco el camino está encaminado a una carrera
literaria con una mención en el Premio Nacional de Poesía Joven de Lagos de
Moreno. En 1980 Gabriel Zaid lo incluye en la Asamblea de Poetas Jóvenes de
México. Cuaderno Breve, en marzo de 1982, le edita, El Cielo de las Cosas
Devueltas. Las puertas se abrían.
El tiempo corre. Después de esa edición del 88 a la fecha. Después de ese
“Cuento de la ventana: alguien se asomó a la ventana/ y dijo: ¡Ahhhh … mira/
todavía está el mundo!” A la vida giratoria del 2022.
Vemos esas posibles imágenes, ese juego visual de quien ha nacido en la época
del cine y la televisión. “Los grandes cuerpos varados, como inmensas ballenas de
otros mundos, naufragan en la playa vacía de este día”
Y ahí está, la escritura es una fotografía, una imagen que se perpetua a sí
misma. No es perpetua, porque entonces se erigiría como escultura, tuviera la
posibilidad de verse en diversos ángulos.
El grafismo es una semilla desde el inicio. Ya se va escribiendo, ya el autor se
identifica en su escritura. En su acto iniciático. De ahí la importancia de observar el
crecimiento.
Raúl Aceves Lozano nos presenta en su visión del mundo este antecedente en
donde lo visual es su punto de arranque: “su capacidad para traducir gestualmente
todo lo que va diciendo su boca, su memoria ultra fina que recuerda los menores
detalles de lo vivido, la manera como justifica sus filias y sus fobias y su evidente
preferencia de las imágenes”.