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Grandes de la Escena

Grandes de la Escena
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¿Y quién es usted?
Por: José Ruíz Mercado

La otra tarde leí una nota de Marcela Magdaleno, investigadora, dramaturga,
ensayista, entre otras actividades. Una nota con tal fuerza, sencillez, reflexiva,
acerca de la obra de una gran mujer de la cultura mexicana.
Voy a sacar a la gran conversadora. Las grabaciones a Marcela del Río Reyes,
quien falleció este primero de abril del 2022. Dice la nota. Y aquí inicia la historia
del conocimiento. La cultura nuestra.
Exactamente no recuerdo sus palabras. En el fondo leí (quise interpretar) esa
enorme decisión de afirmar las raíces de ese sentir, ausente, de los grandes
personajes de nuestra cultura nacional.
A Marcela Magdaleno le caracteriza la sensibilidad, ese gran ojo de toparse con
la creación, lo verdaderamente sustancial en la obra de los otros. Pero, sobre
todo, la pasión de comentar las características, sin envidias.
El archivo mencionado, me imagino, tiene varias horas de conversación, de
entradas a ese mundo creador de una gran señora de la cultura. Porque, su
grandeza la hace presentirse como tal.
Marcela del Río Reyes nació un treinta de mayo de 1932, en la Ciudad de
México. Fallece un primero de abril de 2022, en Cuernavaca. Nos deja un legado
personal entre teatro, ensayos, con ese sabor que nos da el conocimiento del
lenguaje.
Marcela del Río es hija de Aurelia Reyes; periodista, mujer emprendedora de la
ardua lucha, aún no terminada, de los derechos de la mujer. Inteligente,
observadora. Hija del hermano mayor de Alfonso Reyes.
Marcela del Río Reyes fue parte de una dinastía de grandes. México es un país
de familias, en donde las oportunidades generan otras esperanzas (la visión de
que cuna hace historia), la niña Marcela inicia su camino en el archivo de su tío,
luego en el de Diego Rivera.
Esto le dio la idea de estructurar los grandes archivos. De revisar la memoria,
darle un seguimiento. La historia se escribe con documentos. Darles una forma, un
método, es la mejor manera de hacer la memoria histórica de una nación. De
entrada, es una de las funciones del periodismo.
Los años sesenta Excelsior se engalano con su columna de teatro. Ahí se habló
del día con día en Diorama de la Cultura, la revista mítica. Fue del quince de
marzo de 1959 al 0cho de octubre de 1968. Sin interrupción. Su seudónimo es
Mara Reyes.
Lo personal es político, pareciera resonar en todos los rincones de la tierra. Un
diario no es un lindo recuerdo, es un espacio. La Cripta del Espejo (1988) es una
de sus obras narrativas. Ahí se habla del conflicto familiar; el padre está con el
viejo régimen, mientras, el hijo rebelde, la esposa y la sirvienta mantienen, firmes,
un pensamiento de avanzada. Así, como un espejo en donde los integrantes del
núcleo familiar se miran.
Trabaja en recopilar las obras de la Revolución Mexicana. Es una de las
historiadoras del teatro mexicano de este periodo. Publica Perfil del Teatro de la
Revolución, así como Perfil y Muestra del Teatro de la Revolución Mexicana en
1993.

Cuando era jefa de la Unidad de Relaciones Culturales de la SEP, en 1977,
propone crear un centro de investigación y documentación teatral con el nombre
de Rodolfo Usigli, tarea encomendada a José Solé, quien logra consolidarlo en

  1. Así nace el CITRU del INBA.
    Historia de la Cultura aún no terminada, aún por escribirse. Memoria histórica,
    reseña de la circunstancia. Necesidad urgente, si es que deseamos una identidad
    propia.
    La otra tarde leí una promesa de Marcela Magdaleno, investigadora, sensible a
    la obra de quienes están a su alrededor. Curiosa, como deben ser los
    investigadores de la cultura, la voz nuestra.

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