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“Quizá entonces se volvió malo, o quizá ya era de nacimiento.” Juan Rulfo

Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos
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OBSERVANDO

Patricia Alvarado

“Quizá entonces se volvió malo, o quizá ya era de nacimiento." Juan Rulfo

Guadalajara, Jalisco. – ¿Como explicar que México esta sumido en la corrupción y la impunidad, que vive tiempos de ira, violencia y rabia, que es un territorio de muertos sin enterrar, de tumbas clandestinas y de desapariciones de personas, que el deporte se volvió sangre y que la juventud adolece del valor a la vida? -.

     Acontecimientos recientes han cimbrado a México entero, la masacre ocurrida en Michoacán y la barbarie deportiva ocurrida en el estadio La Corregidora del estado de Querétaro; dos hechos que a todo mundo a dejado con un sabor de boca amargo y alma acongojada.

    Quizá la pregunta más recurrente sería – ¿porque está pasando esto? -, pero no hay explicación válida porque la violencia y el asesinato no tiene justificación.

     Hablar de violencia, implica ir a las causas de esta, y este síndrome se encuentra en cualquier lugar, como la casa, el trabajo, la escuela, el deporte y sus causas son multifactoriales como pobreza, alcoholismo, intolerancia, drogas, ignorancia, falta de control.

    Las consecuencias de las violencias son múltiples desde la pérdida de una vida humana, como el deterioro psicológico de una persona.

    Científicamente en la investigación de las causas de la violencia se tiende a probar que la violencia es explicable y que, siendo explicable, entonces puede evitarse.

     – ¿Qué hacer? -, se podría empezar por atender las causas que la genera, establecer políticas públicas que ayuden a su desarraigo, atendiendo, y entendiendo que la violencia es un asunto de interés  para la  salud pública, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “uso intencional de la fuerza física o el poder real o como una amenaza contra uno mismo, una persona, grupo o comunidad que tiene como resultado la probabilidad de daño psicológico, lesiones, la muerte, privación o mal desarrollo”, con este enfoque si no se atienden las consecuencias el  desenlace será desastroso como lo que se vive a últimas fechas.

     Desde la sociedad se tendría que replantear en que se esta contribuyendo para que este síndrome aumente o disminuya, preguntarse qué participación se tiene desde lugares tan comunes como la familia para que esta violencia decrezca o aumente, es un examen que toda persona se tendría que hacer y definir hasta donde se es responsable de los tiempos violentos en México.

    Hay señales que están ocurriendo, hay que leerlas, que no nos pasen desapercibidas.

Usted tiene la mejor opinión. Pax

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