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Constante renovación

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Puntual Jalisco.

Generalidades

José Roque Albín Huerta*

Constante renovación

La Esperanza viene del latín sperarare que significa esperar y este de spes que significa pie, la esperanza puede ser vista como un sentimiento, un valor o un estado de ánimo que le da un sentido a la vida que permite ver como posible todo aquello que deseamos, lo cierto es que esta directamente asocia a algo positivo, es aquella sensación de que se está esperando que ocurra algo bueno en un momento dado, el hecho de tener esperanza sobre algo, indica a la vez que se tiene fe.

Los seres humanos en muchos momentos de la vida necesitan un tipo de motivación o de aliento que en ciertas oportunidades viene dada por nosotros mismos, y es a través de tener esperanza sobre determinada acción o evento en la que se está emprendiendo un camino con el  fin de lograr los objetivos propuestos, de tal manera que la esperanza es la que nos sostiene como los pies para caminar, sin los cuales no hay posibilidad alguna de andar, ya que nos da un ánimo cuando las fuerzas nos abandonan y la cuesta es alta y difícil.

Al respecto, existen estudios psicológicos documentados en los que se determina que la esperanza es un estado de ánimo especial que se genera dentro de nosotros cuando todo parece haber terminado, cuando el panorama es cada vez más oscuro y la vida parece haber perdido significado, este fenómeno aparece en cada momento de nuestra vida, sea en una enfermedad, en cuestión económica o sentimental, entre otros aspectos.

En otro orden de ideas, cuando ya no hay nada que hacer, cuando nos sentimos que estamos en un callejón sin salida y nuestras fuerzas se acaban, la esperanza surge de nuestro interior como recurso final, como un detonante que permite encontrar un rumbo nuevo y levantar ese estado de ánimo para seguir adelante y así sobrellevar la angustia o la incertidumbre que la podemos convertir en la confianza y expectativa mejor para el futuro con la firme creencia que éste, el futuro será como lo anhelamos.

Ahora bien, la fe se determina como la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no es tangible, por lo que creer es la base de la esperanza, y ambas son el sustento de la fe ya que también se coincide de que la esperanza es un valor de las personas, que logran con ella renovar sus esfuerzos en medio de las dificultades, manteniendo una fe inquebrantable y ganas de luchar, inspirando así una vida de perseverancia que permite al individuo levantarse después de cada caída.

Es así que, en muchas ocasiones se necesita motivación y aliento para recuperarse, los cuales surgen de la propia capacidad de resistencia del sujeto para superar la adversidad y poder proyectarse nuevamente hacia el futuro y desarrollar con éxito sus objetivos propuestos mediante una planeación de vida y de negocio, es así como la persona encuentra un sostén y consuelo con una esperanza cierta acompañada de la fe que es indispensable para superar todo aquello que esta por derribarlo.

Cuando se siente la esperanza sobre algo quiere decir que a la vez se tiene la confianza para saber que las cosas van a salir bien, es esa motivación que puede tener un individuo para poder establecer bases sobre un futuro, bien sea cercano o lejano, queriendo mejorar algo para así poder sentirse bien consigo mismo, y esta situación es posible con actitudes optimistas y perseverantes, muchas veces cuando se está pasando por un mal momento, sea cual sea el ámbito, puede ser en la salud, en el amor, en el aspecto laboral, profesional o de cualquier otro, las personas suelen aferrarse a una esperanza motivada hacia tener fe en que algo va a salir bien o que las cosas mejorarán, pues es un recurso que ayuda a salir de una situación complicada y así no caer en depresión.

Finalmente, desde un punto de vista religioso la esperanza es una de las tres virtudes teologales que indica la religión católica, unida a la fe y la caridad, virtudes que el ser humano ha recibido como donación del Ser Supremo para que fuera su reflejo en la tierra y así poder alcanzar la vida eterna.

Estimado lector le deseo que tenga un feliz año 2022 lleno de fe y esperanza a efecto de renovar nuestros proyectos.

Es rector general del Centro Universitario Uteg*.

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