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Blanca Nieves Palacios Barreda
El Dr. Santiago Nieto Castillo, ex jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), en el gobierno de esta 4ta. Transformación, y Carla Humphrey Jordan, quien ha ocupado diversos cargos en el área electoral desde su filiación panista y siendo esposa del destacado panista, Roberto Gil Zwart, actualmente, consejera electoral del Instituto Nacional Electoral (INE), contrajeron nupcias el 6 de noviembre de 2021.
Tras este evento social y privado, atendiendo al comentario del presidente Andrés Manuel López Obrador emitido en una de sus “mañaneras”, en el sentido de que, habría sido una: “boda fastuosa”, presentó su renuncia al cargo, mismo que le fue aceptado de inmediato.
Los comentarios de quienes lo conocen hablan de un hombre: íntegro, respetuoso, honesto, recto y que, estaba desarrollando magníficamente su trabajo contra la corrupción que combate la 4ta. Transformación; reconocimiento sostenido por su mismo jefe, AMLO.
No debería de haber sido tal evento de éste impecable funcionario, motivo de renuncia, -decidida por propia voluntad o inducida por su jefe-, a tan importante cargo; pero, los hechos que en torno a este evento se suscitaron desató, la molestia o congruencia, del presidente; siendo Nieto parte de un proyecto de gobierno, en lo que prevalece es la austeridad.
Los periodistas, analistas políticos, comentaristas de eventos sociales, se devanan los sesos pensando que fue lo que en realidad ocurrió.
Santiago Nieto Castillo y Carla Humphrey Jordan, se casaron en segundas nupcias ambos; todo sería en sigilo, en la ciudad de antigua Guatemala, con una larga lista de invitados de aproximadamente 300 personas, entre las que destacaban personas, cuya trayectoria política, son dignas de una profunda investigación por parte de quien era jefe de la UIF.
Todos volcaron su mirada hacía Guatemala, lugar donde se llevaría la boda, al trascender que, en el avión particular del presidente del periódico, El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, invitado a la misma en compañía de varias personas, entre las que se encontraba, la secretaria de turismo de la Cd. de México, Paola Galico Félix Díaz, al haberle descubierto 35 mil dólares que, no había reportado a su ingreso a ese país y que era portados por su asistente, Erika Telich Vidal.
Esto provocó que la secretaria Galico Félix, se viera obligada a presentar su renuncia, pues el escándalo fue mayúsculo cuando inicialmente, se dio a conocer que era ella, la portadora de dicha cantidad. La que no ha renunciado a su cargo de consejera electoral, ni por solidaridad con su hoy nuevo esposo, es Carla Humphrey, quien se ha limitado a declararle su amor incondicional a través de un tweet.
Lo ocurrido, debido a ésta boda da mucho que pensar, pues es sabido que, en política suceden las peores cosas y las opiniones se dividen, surgiendo diversas hipótesis, desde que: “los invitados eran amistades de la señora Humphrey”; podría ser, pues abundaban los panistas, destacando, Josefina Vázquez Mota, señalada por desaparecer mil millones de pesos que serían destinados a programas de ayuda a migrantes, en el sexenio de, Enrique Peña Nieto (EPN); “fue toda una trapa para quitar a Nieto de su puesto, pues tenía en la mira a su ex esposo Gil Zwart”; y, “AMLO, ya no lo quería en su gabinete por tres motivos: porque le estaba quitando reflectores, le estaba pisando los pies a varios morenistas cercanos a él por corruptos y por las discrepancias que venía teniendo con el fiscal, Gertz Manero, quien poco o nada ha hecho ante las investigaciones que a puesto en su escritorio”.
Sin inclinaciones preferenciales de ninguna naturaleza, es de aceptar que, cualquiera de estas tres hipótesis es viable como motivo de la renuncia de una persona que al parecer ha sido congruente en el desempeño de sus responsabilidades y que asume sus compromisos a cabalidad.
Basta recordad el despido sufrido por parte del expresidente EPN, cuando fungiendo como jefe de la Fiscalía Especializada en denuncias de delitos electorales (FEPADE), por dar a conocer los actos corruptos de Emilio Lozoya; Cesar Duarte y Javier Duarte, ex gobernadores de Chihuahua y Veracruz, respectivamente.
De ser genuina la razón de “austeridad”, por la que AMLO le aceptó la renuncia a Nieto, habremos de ver muchas renuncias más, pues abundan en su gabinete y entorno cercano, personas que de “austeros” tienen lo que yo de astronauta.
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