Observando
Patricia Alvarado*
El cambio climático es una devastadora consecuencia de la despreocupación de la humanidad, un mundo catastrófico se avecina si no se toman las providencias necesarias y urgentes para revertir el daño atmosférico.
120 líderes del mundo en la reciente conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la cumbre climática Glasgow (COP26) sobre el cuidado y manejo del medio ambiente coincidieron que si no se suprimen las inversiones con respecto a los combustibles fósiles e incentivar políticas públicas para los más vulnerados esto irá escalando con daños irreversibles.
Es “hora de salvar de salvar a la humanidad (…) es hora de decir basta (…) basta de maltratar la biodiversidad, basta de tratar la naturaleza como un retrete, basta de quemar, perforar y minar a mayor profundidad. Estamos cavando nuestra propia tumba”, dijo el secretario de la ONU, Antonio Guterres en la apertura de las negociaciones de la COP26.
La reunión mundial estriba en desarrollar el Acuerdo de París de 2015, un acuerdo histórico para combatir el cambio climático e intensificar las inversiones necesarias para un mundo sostenible y libre en lo posible de las emisiones de carbono, hay una exigencia mundial para que todas las partes firmantes redoblen sus esfuerzos para el cuidado del medio ambiente.
Se levanta la voz porque el cambio climático es real con afectación para todas las personas, con una agenda emergente por todos los vulnerados y gente sin voz, es impostergable implementar acciones que coadyuven a la recuperación de energías limpias, reforzando la respuesta mundial a la amenaza climática, tratando mantener el aumento de la temperatura medio mundial de 2 grados centígrados, y limitar ese aumento a 1.5 con respecto a los niveles preindustriales, aumentando la capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático y promover la resiliencia climática y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, como bien señala el articulado del Acuerdo de París.
Es importante el reconocimiento del daño climático desde todas las esferas sociales para así evitar y afrontar los cambios meteorológicos con asertividad, para reducir los daños y pérdidas ambientales, replicando y haciendo énfasis que los países desarrollados proporcionen el financiamiento a los países en desarrollo haciendo un esfuerzo mundial para la mitigación y adaptación del cambio climático.
Como ciudadanía se requiere estar inmiscuida con todo este tipo de información y decisiones mundiales porque es importante y tiene un revestimiento de alarma roja que afecta nuestra vida y la de nuestras familias.
¡Cuidemos nuestro planeta!
*es defensora de derechos humanos.