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Y Son Más
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¿Y quién es usted?
Por: José Ruíz Mercado

Hace falta una revisión continua de obras, autores, desconocemos más de lo
conocido. La mayoría pasamos desapercibido. Autores cuya obra nos remite a
objetivos tan actuales, pero, precisamente por la ignorancia creemos aparecer
como los primigenios. Por eso se agradece la edición de esos pequeños
cuadernos con sus notas de investigación. Cuando llegan a libros, aún más.
El mito del cine como panacea mediática es eso, un mito. Alguna ocasión, como
parte de los estudios acerca de la escena mexicana, vimos, entre muchas otras,
Juan Soldado, uno de los filmes del periodo del cine mudo de la primera década
del Siglo XX. Por supuesto, se hablo del director Enrique Castilla, descuidando a
los actores y guionistas.
Conflicto en la escena. Descuidamos a los partícipes (llámese teatro, cine,
danza) para enaltecer a los directores. Cuando vemos la participación como
guionista, actor, a un personaje de estudio. Juan Soldado se remonta al año de
1919.
Nuestro personaje de hoy trabajó junto con Ricardo Parada León, Julio Jiménez
Rueda, fundaron la Asociación de Autores Dramáticos (1923), la cual sustituyó a la
Sociedad de Autores Mexicanos creada en 1902 por Juan de Dios Peza. Sin
saberlo, entonces, ¿deberíamos ubicarlo como uno de los pirandellos? Parada de
León, jalisciense, participó en este grupo, pudiera ser.
Participó en El Sol de México, con la dirección del suplemento Nuestro México,
al salir del Bachillerato; para posteriormente dirigir el Suplemento Cultural de Los
Ángeles Times. De regreso se dedica a escribir crítica de arte.
Nació en Orizaba, Veracruz el siete de octubre de 1901. Muy joven se alista en
las fuerzas revolucionarias del General Francisco Murguía. Guionista, periodista,
dramaturgo. Tomémonos un rico café para rememorar a este personaje de la
cultura mexicana. Sí, tomemos para entrar a mencionar su participación en la
escena, como todo buen veracruzano.
“La literatura mexicana tiene en sus filas un puñado de autores que se hallan
escondidos debajo del tapete del tiempo y del olvido; muchos de ellos no aparecen
en las antologías oficiales y su obra es de difícil acceso por lo que descubrirlos
puede ser extraña casualidad” Nos dicen los editores de Cofradía de Coyotes,
Eduardo Villegas Guevara y Gonzalo Martré, luego, nos prometen publicar más
plaquetas conmemorativas. Esta tiene fecha de 21 de marzo del 2020.
Todo un esfuerzo de investigación de Testimonios y Obra Rafael M. Saavedra
Bessey, quién nació el año de 1901, ya lo comenté, y muere en 1976 en la Ciudad
de México, a dos años de que la editorial Jus publicara Nuestro México, un libro de
ensayos acerca de la cultura mexicana.
Viene de nuevo las interrogantes ¿Tendrá algo el apellido Saavedra con el autor
del Quijote? ¿Mera casualidad? Quizás eso sea lo menos importante. Mi abuela
decía que lo más importante en una persona, era su trabajo, porque lo que no me
costó no es mío. Mi abuela fue una sabia, más aún en eso de las herencias.
Rafael M. Saavedra (Me intriga por qué “M.”) fue fundador del Teatro Popular
Mexicano en 1921 (centenario de la Independencia). Por su iniciativa se construyó
un teatro al aire libre en la zona arqueológica de San Juan Teotihuacan, ahí, en
donde la tradición marca el nacimiento de los dioses.

Las aportaciones de Rafael al teatro popular mexicano son significativas,
además de lo anterior, mencionemos las Misiones Culturales, la Casa del
Estudiante Indígena, por mencionar alguno de sus proyectos.
Para 1925 Funda Teatro Sintético. Una escuela para actores, posterior a la
clausura de la Escuela de Arte Teatral al triunfo de la revolución de Agua Prieta,
sin olvidarnos de el Teatro Campesino en 1924. Las aportaciones, no exclusivas
para el teatro mexicano, sino también para el teatro chicano.
Todo un hallazgo el encontrarse con esta publicación del Folletín Dorado, con la
buena propuesta de los textos de Eva Saavedra, Elizabeth Araiza Hernández,
Gonzalo Martré y Felipe Galván.
Todo un hallazgo para la historia del teatro mexicano. Encontrarse, además, con
texto de Felipe Galván, con su conocimiento editorial, su participación como actor,
investigador, participó en el legendario CLETA, con Enrique Ballesteé, entre otros.
Lo recuerdo como parte del grupo Teatro Nuevos Temas (TNT) junto a personajes
como Werner Ruzicka y Tomás del Solar, en aquel encuentro en el Instituto
Goethe en Guadalajara.
Hace falta una revisión del teatro mexicano, de la música mexicana, de la
pintura, del arte todo para poder entender nuestra historia. Porque son más.

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