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Altamente complicado

Roque Albin Huerta
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GENERALIDADES

Roque Albin Huerta
Altamente complicado

En la formación del carácter de una persona influyen de manera decisiva las ideas, normas, valores y creencias socialmente aceptadas, que aprende durante su desarrollo físico y mental.

Valoramos la vida y buscamos satisfactores para vivirla lo mejor posible; sin embargo hay quienes viven frustrados por alguna razón, ya sea una desilusión amorosa, por abuso de ingesta de drogas, sabiendo que están cavando su propia tumba, o por no tener una ilusión en la vida y desean quitársela recurriendo al suicidio, así pues es la voluntad de no querer vivir, y sólo tienen deseos de morir; este acto difiere mucho de lo que es la eutanasia, que es la voluntad de morir pero cuando se tiene una enfermedad incurable o se está en etapa terminal.

La eutanasia está formada por dos vocablos griegos: eu que significa bien y tanathos que equivale a muerte; por lo tanto se entiende que es el bien morir. Se establece que hay dos tipos de eutanasia.

El primer tipo es la eutanasia directa activa que consigue la muerte al administrar fármacos letales; la directa pasiva consiste en suspender cualquier tratamiento médico, así como la alimentación por cualquier vía.

El segundo tipo es la eutanasia indirecta, que intenta paliar el dolor y el sufrimiento al paciente a través de suministrar medicamentos que como consecuencia no intencionada pueden producir la muerte.

Los médicos son los responsables de ejecutar la eutanasia, desde luego que con la anuencia de los familiares del enfermo. Existen casos donde el mismo paciente se encuentra lúcido y decide ejercer el derecho que tiene sobre su propio cuerpo y de esta manera pide que le sea aplicada. .

Este ha sido un tema polémico que ha ocasionado una serie de debates, ya que en muchos países está prohibida, pues desde el punto de vista moral y religioso no se defiende el derecho a la muerte, sino por el contrario se defiende el derecho a la vida.

Los Derechos Humanos contemplan el derecho a la autodeterminación personal, a la integridad, a la identidad, a la seguridad jurídica, a la sexualidad, a la reproducción, a la libertad de creencias, y las atribuciones para defender los propios derechos humanos.

En México la eutanasia activa está prohibida por la Ley General de la Salud en su artículo 166 bis 21, sin embargo, algunas entidades como la Ciudad de México y el estado de Michoacán han aprobado la Ley de Voluntad Anticipada, que permite a los pacientes rechazar tratamientos paliativos para tener un tipo de muerte digna, aunque no regula la eutanasia propiamente dicha, por ejemplo un enfermo en etapa terminal no puede pedir al médico le provoque la muerte inmediata; solamente poder optar por la eutanasia pasiva, para que le dejen de suministrar los medicamentos y le retiren los aparatos que lo mantienen con vida artificial, sin embargo la muerte tiene que llegar de forma natural.

Diputados locales de Jalisco, aprobaron una reforma a la Ley de Salud y al Código Civil estatal para incluir la figura de “voluntad anticipada”, estableciéndose la voluntad anticipada como un derecho humano a una muerte digna. Y Así, en varios estados de la República Mexicana.

¿Qué sucede cuando la enfermedad está en fase terminal?, qué ya no hay nada más que hacer, cuando el dolor es insoportable, llora, grita; ya no hay droga que alivie el sufrimiento físico y emocional; el paciente postrado en una cama de hospital transcurre sus últimos días, pide clemencia y exige una muerte digna, pero… Se le niega pues no tiene el derecho de decidir. En muchos casos no sólo el enfermo pide la eutanasia, sino también los propios familiares, porque ellos sienten la impotencia de no poder hacer nada ante el dolor de la persona amada.

Mientras haya vida, hay esperanza, se oye decir cuando un ser querido está enfermo y pedimos a los doctores, que hagan hasta lo imposible y pedimos a Dios nos conceda un milagro, pues queremos que no muera, nos resistimos a pasar por ese duelo, conscientes de que es inevitable.

Considero que la eutanasia despierta todo tipo de debates éticos, religiosos y ancestrales, ya que los defensores aseguran que evita el sufrimiento de la persona y rechaza prolongar la vida artificial que lleva a situaciones indignas, creo que nadie tiene derecho a decidir cuando termina la vida del prójimo, ni siquiera uno mismo.

Estimado lector, ¿Usted qué opina? Gracias por leer mis aportaciones.

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