Observando
“No hay más violencia, hay más homicidios”.
Andrés Manuel López Obrador
Tabasco adolorido
Guadalajara, Jalisco. La crisis nacional en tema de violencia y delincuencia ha alcanzado y rebasado los estándares de seguridad pública.
Paraíso, Tabasco ha sacudido a todo el país, un menor de 12 años fue herido de bala presumiblemente por defender a su mamá de unos delincuentes.
El menor falleció a causa de la bala recibida y presuntamente por no recibir atención médica.
El caso de Emiliano “N”, estremece, sacude e indigna porque no sólo él ha fallecido víctima de la violencia sino porque la niñez mexicana se encuentra en completo estado de indefensión por falta de seguridad tanto pública como de salud.
México, un país en el preludio de una de las elecciones más grandes de la nación no vislumbra alguna estrategia contundente por parte de los y las candidatas que pueda frenar las hostilidades de la violencia.
La pacificación en el país ha fracasado, los gobiernos federal, estatal y municipal no han podido sanear las causas de la descomposición social; aunado a esto el presidente Andrés Manuel López Obrador sólo señala que “no hay más violencia, hay más homicidios.”
¿Cuántos Tabascos así en México? ¿Cuántos niños más asesinados? ¿Hasta cuándo el gobierno tendrá la sensibilidad de tomar su parte y declarar que la pacificación del país ha fracasado y lo ha rebasado por falta de estrategias certeras y contundentes en la seguridad pública?
¿Los próximos gobernantes tendrán el carácter de hacer frente a este síndrome social o los y las mexicanas tendremos que seguir normalizando este tipo de tragedias hasta que nos toque a cada una de las familias mexicanas?
La paz pública y social se construye desde las acciones y políticas públicas libres de intereses políticos y personales de la clase política.
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