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El conflicto educativo
Cada cabeza es un mundo y cada familia, una novela; en cada época de nuestras vidas y la de quienes nos han antecedido, las costumbres familiares cambian y la educación escolar, no podría ser la excepción.
Antaño, los profesores, eran toda una autoridad en las escuelas; el respeto sobre la forma en que impartían sus clases, enseñanza académica a sus alumnos era incuestionable e irrebatible.
La visión hacia los profesores empezó a cambiar, perdiendo respetabilidad a partir del surgimiento del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en 1943; podría esto no haber sido motivo de involucramiento de los padres, finalmente era un derecho que como trabajadores tenían para defender, valga la redundancia, sus derechos laborales.
Las discrepancias en ésta organización surgieron ante la negación de muchos profesores a, aceptar a líderes impuestos desde la presidencia de la República misma, en manos por largas décadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, sentirse manipulados y utilizados como una masa manejable al antojo de sus líderes y ofrendarlos en mítines y manifestaciones en beneficio de políticos priistas aspirantes a ocupar importantes cargos; esto a los dirigentes sindicales les era retribuido generosamente y empezaron a hacer enormes fortunas, mismas que agrandaban con las cuotas que descontaban de sus salarios mensualmente a los profesores.
La enseñanza pasaría a segundo plano; la inconformidad surgió entre los profesores afiliados al SNTE, mostrando su desacuerdo y formaron la organización denominada: Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), fracción disidente que da libertad a sus agremiados de adoptar la posición política que eligieran, priorizando siempre la impartición de la enseñanza, sin seguir imposiciones de los lideres en turno, siempre priistas, quienes se convirtieron en verdaderos corruptores de ese gremio sindical.
Tal división repercutiría entre los padres de familia y esta se daría, toda vez que, entre ellos sus intereses políticos prevalecieron por su misma filiación política priista y veían a los profesores del CNTE como enemigos; la falta de respeto se fue trasmitiendo de los padres hacia los hijos contra los profesores, desde el nivel preescolar mismo hasta llegar a niveles de educación superior.
En la actualidad pareciera que a nadie sorprende que un menor alumno, enfrente a su profesor, por una reprimenda ante su falta de atención en clase, o su irresponsabilidad al no dar cumplimiento con sus responsabilidades escolares, al grado de llegar a asesinar a su mentor escolar con la anuencia de sus padres.
En el vació caen las quejas de los maestros de nivel medio superior y superior, sobre todo tratándose de colegios y universidades, pues los jóvenes alumnos son vistos como verdaderos clientes a los que hay que conservar a como de lugar y cueste lo que cueste y cuyos padres pagan elevadísimas inscripciones, colegiaturas, cuotas, uniformes, aportaciones, que sus fortunas les permiten cubrir, y con holgura en la mayoría de los casos.
Nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala con claridad en su Art. 3ero.Fracción V: “Además de impartir la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, señalados en el primer párrafo V: “el Estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades educativos -incluyendo la educación inicial y la educación superior- necesarios para el desarrollo de la Nación”.
Sin embargo, al parecer esto es letra muerta para los políticos que violan este precepto constitucional, iniciando con los secretarios de Educación, que ven mas por su propio beneficio que el de la Nación y menos aún el de los mexicanos.
La gran mayoría de las escuelas públicas, incluyendo a las universidades las han descuidado a tal grado que, las han convertido en botines para el beneficio de quienes las dirigen; la educación debe ser: obligatoria, gratuita y laica, pero los anuncios en los colegios no ocultan su inclinación religiosa y la presumen, aunque ocultan los altos precios que cobran por la enseñanza que imparten y, muchos colegios y universidades son propiedad, justamente de esos políticos, que se han hecho millonarios mediante la educación y violando nuestra Constitución.
Ni autoridades ni ciudadanos hacen algo al respecto, total, si solo se trata de la…educación.
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