Blanca Nieves Palacios Barreda
Al tomar una perspectiva desfavorable en un trascendental evento, se auto desprestigia tanto quien lo realiza, como quien lo permite y acepta; tal cosa volvió a ocurrir, cuando el viernes 8 de septiembre de este 2023, el presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hiciera
entrega a su correligionaria del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) convertido en Partido político, Claudia Sheinbaum Pardo, ex Jefa de Gobierno de la ciudad de México, lo que él llamó: El Bastón de Mando.
Sería la segunda ocasión en la que AMLO tuviera en sus manos un töna tajk (bastón de mentira); la primera sería cuando, a el mismo le fuera entregado en 2018 un “bastón de mando” (töna tajk) tras su triunfo electoral en las urnas.
La casi totalidad de quienes se encontraban ese día en el Zócalo, ignoraban quien era la persona que
estaba haciendo esa entrega y en representación de quien; aún a la fecha, ignoran lo que realmente representa para las comunidades indígenas, la entrega de un Bastón de Mando.
Ha sido recurrente que los gobiernos priistas coopten a personas indígenas y, con instrucción previa, hagan mediante toda una parafernalia mediática la entrega de esos bastones de mando falsos, a personas igualmente falsas en sus cualidades, sin merecimiento alguno por su historial de corrupción reconocido.
Con la autoridad que les da sus mas de 500 años de existencia, los pueblos indígenas a través de sus autoridades han mantenido con gran dignidad y respeto sus tradiciones, legadas por nuestros ancestros y que nuevos sistemas de gobierno han atentado contra ellos, trasmitiendo a gran parte de la sociedad una incomprensión hacia quienes han cuidado esta tierra que pisamos.
De las comunidades habitadas por mexicanos cuyo nombre de indígenas, dicha por algunos de manera peyorativa, es mucho lo que tenemos que aprender: el respeto al trabajo comunitario, a los ancianos, niños y mujeres, esa disposición de poner su esfuerzo y trabajo en bien de todos sin remuneración alguna, los enaltece.
El Bastón de Mando, se otorga a una persona que se ha destacado por su trabajo comunitario de muchos años; escalando en su estructura a puestos de mayor responsabilidad de manera siempre honorífica, distinguiéndose por su responsabilidad y respeto en todas sus acciones; quien le entrega ese mando es quien ostenta esa responsabilidad, con la aceptación de todos los miembros de esa comunidad, sin falsas encuestas de por medio.
Nuestros compatriotas, que habitan en sus comunidades indígenas, defienden sus bosques, ríos, mares, selvas, desiertos y todo el medio ambiente que nos rodea, ante la incomprensión e indiferencia de quienes han detentado el poder, que los ven como ciudadanos de ínfima categoría, pretendiendo ignorar que su grandeza nos rebasa a ellos como políticos y a nosotros como ciudadanos.
Su permanente e incansable lucha ante gobiernos, por la conservación de su existencia y sus tradicionales costumbres los mantienen de pie y con la frente en alto, defendiendo a su país, que por tradición los han hecho a un lado.
Su petición de que sus comunidades indígenas sean reconocidas y respetadas constitucionalmente, ha caído en el vacío e ignorada por diputados y senadores; las invasiones de sus espacios por parte de empresarios extranjeros, coludidos con corruptos y ambiciosos políticos mexicanos prestanombres, han sido apoyados hasta por los propios presidentes de la República.
Se hubiera esperado de este nuevo gobierno encabeza por AMLO y por diputados y senadores un verdadero respeto, apoyo y defensa hacia las comunidades indígenas; ha quedado demostrado que no es así, pues ni en la burla que, del líder indígena, Mauricio Mata Sorio, hiciera el ex consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, fueron capaces de hacerlo, destituyendo a ese racista y corrupto funcionario; aún cuando en esa fecha AMLO no era presidente, era un reconocido ciudadano y líder de un gran Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Igualmente, notorio la ausencia de autoridades indígenas en los importantes eventos de festejos nacionales, son siempre otros los invitados por AMLO; demostrado ha sido la falta de apoyo a los habitantes de los pueblos indígenas, uno de ellos es el estar permitiendo la instalación de una empresa alemana en la Bahía de Ohuira, que contaminara toda esa zona del Estado de Sinaloa, el apoyo se da por parte del gobierno federal y estatal a un, Francisco Labastida Ochoa, ex gobernador de Sinaloa y a un oportunista, Gerardo Vargas, priistas corruptos prestanombre de los dueños de esa empresa.
No toman en cuenta ni siquiera esa estrofa de nuestro Himno Nacional, que suelen cantar cuando está con
generales y demás miembros del ejército en campos militares: “más si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo piensa o patria querida que el cielo un soldado en cada hijo te dio” … pero el grito de defensa de nuestro suelo se escucha ¡ AQUÍ NO !