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Blanca Nieves Palacios Barreda
Las cómplices
La figura de la primera dama surgiría en México 1824; durante muchos años a esta figura de la mujer, esposa del presidente de la república, era tratada con un respeto incuestionable sin criticas por sus acciones, fueran las que fueran, aun cuando nadie hubiera votado por ellas.
La institución denominada, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familiar (DIF), quedaba a cargo de este personaje con todo y el millonario presupuesto y, a nadie tenía que rendir cuentas.
El tiempo, y la lucha de miles de mujeres fueron dando lugar a la desaparición de esa denominación de: “primera dama”, algunas esposas de presidentes se negaron a recibir tal nombramiento, no así los beneficios que, el ser esposa del primer mandatario de la nación conlleva.
De conocimiento amplio es el hecho de que, no hemos tenido en México un presidente que se caracterice por su honestidad; quienes han ocupado la presidencia han gozado de un bienestar que ni en sueños tendrían y, al término de su sexenio sus fortunas suelen ser inocultables, porque como dice el refrán: “el amor y el dinero no se pueden disimular”
La vida de lujos que se dan los expresidentes y sus familias son una verdadera ofensa, a mas de todas aquellas violaciones que cometen a nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformando artículos con el único propósito de beneficiar a extranjeros mediante concesiones, contratos, entregas del patrimonio de todos los mexicanos, para recibir ellos millones de dólares.
Visto cual, estas acciones, el disponer de algo que no te pertenece es un delito, y si es un patrimonio nacional es una verdadera traición a la patria.
No existe en nuestra historia de México alguna esposa, que hubiera denunciado al presidente de la república por hacer algún fraude, robo, entrega de los bienes de la nación; antes al contrario guardan un ominoso silencio, pues esas damas con todo y sus familias se ven siempre favorecidas y disfrutan del producto de los fraudes, desvíos y robos que sus esposos presidentes hacen durante su desempeño como tal.
Cosa similar ocurre con las esposas de los gobernadores que, llegan a actuar como chivas en cristalerías, disponiendo de dinero que no es de ellas y de aviones en los que viajan con el solo propósito de ir de compra a los Estados Unidos.
A los personajes políticos mencionados se les crítica y señala como delincuentes de cuello blanco y se exige se aplique la justicia y paguen con cárcel por los delitos cometidos bajo el amparo del poder que un pueblo confiado les dio, pero a las esposas, verdaderas cómplices de todos esos delitos ni se les menciona y menos se les castiga, y si alguna se siente en peligro al ser detenido su esposo, optan por poner tierra de por medio.
Tal es el caso de Karime Macias, esposa de Javier Duarte, ex Gobernador de Veracruz, que huyó a Inglaterra, a fin de no ser detenida y sobre la cual pesa una orden de aprehensión y solicitud de extradición.
Llegamos al extremo de que, el poder judicial, en el que se encuentran involucrados desde Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ministerios públicos, jueces, sin ningún sentido de una real aplicación de la justicia, a Linda Cristina Pereyra Gálvez, esposa de quien ocupara los mas altos cargos en materia de seguridad, Genaro García Luna, tras ser declarado por sus nexos con cárteles del narcotráfico, por orden de los magistrados Rolando González Licona, Eduardo Baltazar Robles, Amanda Roberta García Gonzáles, miembros del Décimo Séptimo Tribunal se autoriza se descongelen 4 de sus cuentas.
No contemplaron estos magistrados que Linda Cristina García González fue y sigue siendo cómplice de su esposo García Luna y que pesa sobre ella una demanda ante una corte civil en el Estado de Florida por la cantidad de 745 millones de dólares, interpuesta por el gobierno mexicano; con este descongelamiento mandatado por magistrados mexicanos seguramente esos millones de dólares ya estarán bajo mejor resguardo de la señora García González.
En libertad y gozando de fortunas mal habidas, se encuentran, Mariana Gómez Leal, esposa del prófugo de la justicia y ex gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; Bertha Olga Gómez Fong, esposa de César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, hoy en la cárcel; Marielle Helene Eckes, esposa de Emilio Lozoya Austin, así como su madre, Gilda Margarita Austin y su hermana Gilda Susana Lozoya Austin.
Si a Rosario Robles Berlanga, se le comprobó su directa participación en el enorme robo mediante una “estafa maestra” por cinco mil millones de pesos, durante el sexenio de ex presidente Enrique Peña Nieto y fue breve su estadía en la cárcel, incomprensible resulta que, hoy un juez la declara en libertad y apta para seguir ocupando cargos públicos, difícil resulta pensar que las esposas cómplices de ex presidentes como: Martha Sahagún, Margarita Zavala y Angélica Rivera, pisaran algún día la cárcel y por lo tanto menos sus esposos verdaderos delincuentes de cuello blanco y manos tan negras como el carbón.
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