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La fuerza policíaca en México, una fuerza que se extingue

Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos
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Patricia Alvarado

La fuerza policíaca en México, una fuerza que se extingue
Patricia Alvarado es defensora de Derechos Humanos

Guadalajara, Jalisco..- La fuerza policíaca en México, una fuerza que se extingue. La profesión de las policías tiene un significado en México muy peculiar como función humana, una profesión donde hombres y mujeres ofrendan su vida en aras de la seguridad del país.

     En el Informe “La situación de los policías 2018-2022” Causa Común  organización no gubernamental reporta el “abandono institucional que viven los policías”, de nadie es desconocido que la fuerza policíaca está en el abandono, que cada día los recursos públicos para este sector están restringidos y que su seguridad social es altamente vulnerada, la precariedad laboral aumenta y sus horas de trabajo a veces son de más de 24 horas sin un sueldo digno, sin equipamientos, ni capacitación suficiente, con tratos denigrantes y violentos, es de todos sabido que el abuso y arbitrariedad son práctica cotidiana  que padecen los propios policías al interior de sus centros de trabajo, aunado al irrespeto y maltrato del sus superiores que sin miramientos discriminan y anulan en muchos de los casos a estos hombres y mujeres entregados a salvaguardar el orden público.

     El Informe también señala que este segmento dedicado a la seguridad pública está vulnerado con 1556 muertes lo que significa un promedio de más de un muerto al día -diciembre 2018 a la fecha-, se considera que la militarización en la seguridad pública llevada a cabo por el presidente López Obrador con la creación de la Guardia Nacional avanza “sin pausa y sin resultados”, pues ha incrementado el presupuesto para las Fuerzas Armadas afectando esto al detrimento de las corporaciones policíacas.

Para Puntual Jalisco

     Para Puntual Jalisco el C. Luis Pérez Villalobos, policía estatal nos comparte que significa para él ser policía y a la letra nos dice “es una locura pura, es miedo, es fuerza y diversión, es arriesgarlo todo por nada, es salir a la calle a trabajar sin saber si regresas a casa, es pensar en los demás por su seguridad y su libertad, es ser bueno con todos, pero nadie contigo.

Es trabajar sin recibir una felicitación por tu buen desempeño y no estoy loco, me gusta mi trabajo, me gusta mi uniforme, me gusta cuidar a los demás, me gusta sentirme satisfecho, me gusta proteger a México, pero quien me cuida a mí como policía”.

     Así mismos, nos comenta también un policía que se autodenomina “un policía de este gran país México” y que pide anonimato subraya que la función policial es una “especie en vías de extinción” señala “soy orgulloso policía, soy de los pocos policías que sienten “la camiseta” pero también soy profesionista, soy padre, soy hijo, soy esposo, soy persona.

Lo que quiero expresar que no es fácil ser policía, en un país donde impera la inseguridad, en un país donde la justicia es para algunos pocos, en un país donde la injusticia prevalece para satisfacer los intereses mezquinos de “las mafias del poder”, en un país donde todos los días desaparecen personas y nunca se encuentran, en un país donde el hecho de volver a casa sano y salvo es toda una “proeza”, aún con todo ello,  vale la pena ser policía, es un honor vestir el uniforme y sentirme “héroe” cada vez que colaboro en resolver un problema, desde atender reportes de violencia contra la mujer, atender robos con violencia, recuperar vehículos con reporte de robo, hasta los eventos más cotidianos como es apoyar a una persona que retiro su dinero en un banco hasta que llegue a su destino a salvo.

Especie en peligro de extinción

– ¿Por qué se dice que” somos una especie en peligro de extinción”? – la respuesta es simple: se retiran o se dan de baja 100 policías y se contratan 50 nuevos policías, con estos números podemos deducir que en pocos años seremos muy pocos policías en activo ante una creciente y compleja problemática delincuencial.

Sepamos que muy pocos jóvenes hoy en día quieren ser policías como proyecto de vida, muchas personas nos ven como ignorantes y corruptos, la verdad que el problema de la corrupción es muy complejo y está “enraizado” desde siempre, además preguntémonos – ¿Cuántos ciudadanos han solicitado al menos en una ocasión que el policía omita aplicar la ley?, es decir la llamada “mordida” al conocer la respuesta obvia entenderemos que muchos ciudadanos fomentamos la corrupción.

Entonces la solución está en la educación multifactorial de las nuevas generaciones tomando modelos probados de países tales como Japón, Suecia, Noruega, o Dinamarca, entre otros, enfocados en la satisfacción de diversas necesidades humanas.

Seguridad pública

Evitemos hablar únicamente de que el problema de todo que ocurre en nuestro país tiene como culpable “la seguridad pública” y comencemos a enfocarnos en atender otras “seguridades” tales como la seguridad de un trabajo óptimo, seguridad de educación, de vivienda, de salud, de vestido y calzado, de esparcimiento, de respirar aire puro, de vivir.

Cuando como sociedad, como gobierno, y como país avancemos en estas “seguridades” entonces estaremos encaminados en alcanzar una verdadera seguridad pública. Ahora el concepto moderno es Seguridad Humana, pero parece que aquí lamentablemente estamos en “retroceso”.

Trabajando como policía he obtenido grandes satisfacciones sirviendo a mí país, aunque muchas veces no estuve con mis hijos, aunque muchas veces no estuve con mi esposa, y muchas veces más no estuve con mis padres, por cuidar y ayudar a mis semejantes, aunque pasé fríos, calor, noches interminables y jornadas extenuantes, me siento orgulloso de velar mientras otros duermen y feliz de regresar a casa con la satisfacción del deber cumplido”, estos dos policías corroboran con sus pensares y sentires toda la fuerza de su profesión que aún pese a las carencias y a las altas y bajas en su profesión encuentran en la acción policial su razón de vivir y desarrollar su proyecto de vida.

    La fuerza de las instituciones como lo es la de seguridad pública requieren de políticas públicas que fortalezcan y arropen a las personas destinadas a la acción policial, es maquiavélico que un país con un alto índice de inseguridad no tenga estrategias  concretas contra el flagelo de la delincuencia y mucho menos para proteger y cuidar a quienes nos cuidan, un país en un Estado de Derecho real tendría que tener entre sus principales obligaciones la protección de los derechos humanos de las personas dedicadas a la función policial.

     Cuidemos a quienes nos cuidan.

Pax

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