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En seguridad: Retórica y fracaso

Rubén Ortega Montes
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CRIMEN Y  CASTIGO

“Solo castiga al que haya cometido el crimen”

Marco Aurelio
En seguridad: Retórica y fracaso

Rubén Ortega Montes*

El gobierno Federal  el de la Transformación  y el estatal en Jalisco, el de la Refundación han sido incapaces de contener la violencia y la inseguridad a la que en campaña se comprometieron abatir, ni tan siquiera la han llevado a la disminución de un 50% en que las recibieron, sus cifras casi siempre suelen ser conforme al mes del año, anterior, o al mes anterior de su propio ejercicio de gobierno, y ahí es donde el discurso retórico es el que suena a que se aplauden ellos solos y se tratan de convencer que van bien, cuando la realidad los contrasta y los pone de malas, le reclaman a los periodistas, a los académicos, a los medios y a las universidades y sus investigadores que siempre han sido puntuales y se basan en las misma cifras que sus sistemas de seguimiento muestran, solo la lectura es la diferente, aunque el problema está con la población que no percibe los cambios y mucho menos los avances que se auto elogian sus dependencias y el ejecutivo.

Bastaría preguntarles a los familiares de los desaparecidos en Jalisco que rebasan los 15 mil si notan el cambio, a las viudas y familiares de los policías caídos, a los familiares ofendidos de las victimas de homicidios violentos y feminicidios, a las victimas de robo, a ver si le creen que a ellos no los robaron por que “bajo el numero en la estadística” aunque ellos son estadística de los robos que se cometieron.

El ejecutivo Federal dio su informe mensual de seguridad  y como es su costumbre, lo llenó de optimismo y falsas expectativas. En campaña y ya como presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió resultados en seis meses, pero, a tres años y dos meses de su gobierno, ya se puede afirmar que es un fracaso pero sigue en la retórica. Igual le sucede a Enrique Alfaro Ramírez en Jalisco.

El día 22 de abril de 2019, después de que una masacre en Veracruz dejara al menos 13 muertos, AMLO se comprometió a que, gracias a la implementación de los programas sociales de su gobierno, en seis meses habría resultados en seguridad. Sostuvo que los jóvenes mediante los programas de gobierno lograrían “dejar sin bases a las bandas de delincuentes” pues el crimen organizado ya no podría “engancharlos”, la realidad lo desmiente como sucede en cada evento de violencia y presencia del crimen en distintos estados. Igual en cada evento que se hace visible en Jalisco el ingeniero de Casa Jalisco, sale a decir frente a su celular que vamos bien en materia de seguridad, y si no le creen se enoja.

El lunes de esta semana al presentar su gráfica, explicó que se contuvo el índice de homicidios dolosos para estar al nivel que dejaron sus antecesores, en los tres años de su gobierno no se ha logrado ningún avance y, al hablar del promedio de homicidios diarios, no citó las cifras de los gobiernos priístas y panistas que lo antecedieron… usan las cifras de su mes a mes.

Desde 2019: mes de enero de 2019, 93; promedio diario (33,945), enero de 2020, 97, promedio diario (35,405) y 91 en enero del 21, (33,215), es decir, de acuerdo con sus propias cifras, en tres años a nivel nacional el gobierno acumuló 102,565 homicidios dolosos.

Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la tasa de homicidios en México es 4.49 veces más alta que el promedio mundial, lo que nos coloca como uno de los países más violentos del mundo. Estará la guerra entre Rusia y Ucrania y podremos ver cuantos muertos nos refieren las cifras de un mes, para poder comparar si las cifras en México son iguales, mayores o menores a los de una guerra internacional.

Si comparamos las cifras que corresponden al mismo periodo de Calderón y de Peña, durante la actual administración prácticamente se duplicaron los homicidios dolosos: 2007 a 2009 se reportaron 39 mil 529 asesinatos y entre 2013 y 2015, 49 mil 276.

La realidad no cuadra con las felices cifras, se percibe que  ni los programas sociales han frenado el avance de la delincuencia mucho menos la estrategia de “abrazos y no balazos”, verdadero fiasco, lo cierto es que la combinación de ambas resulta una verdadera vacilada, esa es la realidad en dónde se pide que haya castigo para quien cometa crímenes.

*Miembro del Observatorio de seguridad y Justicia de la U. de G.

Profesor e investigador del Centro Universitario de la U. de G.

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