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Misión cumplida

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GENERALIDADES

José Roque Albín Huerta*

Las relaciones entre el territorio de México, primero como virreinato español y luego como estado independiente, y la joven república estadounidense estuvieron llenas de altibajos. Esta serie de intereses cruzados y divergentes provocaron finalmente, en 1846, el inicio de un conflicto abierto entre ambas potencias.

La guerra entre Estados Unidos y México no vio enormes campañas militares, como las que se habían sucedido en Europa a comienzos de siglo, pero sus consecuencias marcaron a partir de entonces el destino de los dos países.

Tras la independencia de México, se mantuvo en gran medida los acuerdos que España había firmado con los Estados Unidos, resalta la cuestión de la inmigración estadounidense en suelo de nuestro país, ya que, durante la época colonial, un sin número de estadounidenses se habían apostado en dos territorios; Texas y la Alta California (se le da este nombre a un área del Imperio español y el cual mantuvo después, al convertirse en provincia del México independiente, en contraposición a la Baja California, nombre que la península aún conserva), siendo así que aquellos inmigrantes lograron crear una comunidad bastante fuerte, las autoridades mexicanas toleraban sin que repercutiera en sus relaciones con Estados Unidos, ello no significa que lo hicieran con gusto.

Es oportuno referir que, a los inmigrantes estadounidenses establecidos en el territorio de Texas, se les pedía por supuesto, acatar las leyes mexicanas, sin obtener respuesta favorable. No obstante, el problema con esta comunidad de inmigrantes se llegó, incluso, a cuestiones de esclavitud, misma que se abolió en México en 1829, teniendo como consecuencia que los estadounidenses Texanos sufrieran un duro golpe a su economía ya que esta se basaba especialmente en la mano de obra esclava; aunque en un principio lograron una excepción para su territorio, esta duraría tan poco tiempo como la estabilidad en nuestro país.

Hasta este momento, Estados Unidos había conseguido engrosar su territorio sin haber tenido la necesidad de disparar un mosquete desde la Guerra de Independencia, dicha obtención del territorio lo obtuvo mediante pagos, la guerra contra México cambiaría esto, es así como nace la beligerancia y militarista con sus vecinos, México; buscando que nuestro país comprara la paz cediendo los territorios de Nuevo México y Alta California, finalmente la guerra duraría aproximadamente quince meses, no obstante que la resistencia mexicana fue relevante en algunos enfrentamientos, lo cierto es que las victorias norteamericanas se lograron casi sin interrupción hasta el final, por el contrario, el ejército mexicano no estaba en su mejor momento cuando los Estados Unidos atacaron y esto quedó demostrado en los campos de batalla. 

Cuando los Estados Unidos de Norteamérica anexionaron el territorio de Texas al suyo (1845) cuando fue aceptada esa nueva condición, las relaciones de aquel país y México se rompieron, dando paso a ello que al año siguiente se iniciara la guerra intervencionista, es decir, dio inicio en el año 1846, finalizando en 1848.

Lamentablemente con la derrota a México y la pérdida de grandes extensiones de tierra al norte del rio Bravo y desde luego con decenas de muertos.

Lo anterior, se encuentra documentado en el Tratado Guadalupe Hidalgo, plasmados en 24 artículos principales, se firmó dicho documento en plena crisis, sin contar en el principio con el aval total del gobierno estadounidense, y como un producto de un México fragmentado por intereses políticos diversos que, incapaces de unificarse, permitieron la invasión pese a la heroica resistencia popular.

Finalmente, el gobierno interino por dos ocasiones encabezado por Manuel José María de la Peña y Peña, inicio las negociaciones de paz con los Estados unidos que culminaron con la firma del Tratado referido en el párrafo precedente el día 2 de febrero de 1848, tomando el nombre de Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y Estados Unidos de América.

es rector General del Centro Universitario Uteg*.

joseroque@uteg.edu.mx    

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