CAFÉ SIN AZÚCAR
Víctor Vish Fernández
Fue en mayo del 2003 cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO) era jefe de gobierno en el entonces Distrito Federal y dijo: “Lo único que tengo de valor, es mi palabra”, esto lo dijo cuando fue cuestionado sobre si dejaría su cargo para ir a la Presidencia, y todos sabemos, fueron tres intentos para llegar a la silla grande, y vestir la banda presidencial. Hoy esa “palabra” está tan desgastada como su discurso y su investidura.
El caso Ayotzinapa y sus 43 estudiantes desaparecidos, AMLO lo utilizó de discurso de campaña electoral, lo politizó, dió y empeñó su palabra para solucionar el tema, dar justicia a las familias, hoy les da la espalda, y presenta un informe que inocuo, como diciendo, “tengan para que se entretengan”, una burla a las familias de los estudiantes, una vergüenza de un presidente que presume ser la esperanza del pueblo, y son los primeros a quien traiciona.
También dio su palabra para que a ningún mexicano le faltará medicamento ni hospitalización durante la pandemia, y su palabra solo fue embuste. Dijo que todo estaba bajo control, que estaban preparados, y estamos dentro de los cinco países a nivel mundial con más contagios y muertos. durante la tercera ola de contagios, vuelve a decir que todo está controlado, y en julio del 2020, primera ola hubo 18 mil 919 muertes. Uno pensaría que se aprendió de lo sucedido, pero en agosto del 2021, tercer ola, hubo 18 mil 420 muertes por covid. Y seguimos sin estrategia.
También dijo que se habían comprado millones de vacunas, y dio su palabra que todos los mexicanos serían vacunados. Y pues somos el país con más atraso en la aplicación de las vacunas, con un promedio de 507 mil vacunados por día, y un porcentaje de 35.3 por ciento de la población con las dos dosis. Nos supera Cuba que tiene un porcentaje de 45.6, Panamá con 50.69, El Salvador con 51.40, Chile con 73.63 y Uruguay con 73.69 por cierto de la población con vacunación completa. Los números y los hechos no mienten, solo tenemos un autócrata caprichoso con banda presidencial y sin palabra.
Café exprés. En el juego de serpientes y escaleras para ver quién es el candidato, candidata o candidate a la Presidencia, la corcholata que lleva ventaja es la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, después de que en días pasados AMLO le levantó la mano y resaltó el trabajo hecho en la ciudad. Seguro el presidente olvidó que Claudia y Morena perdieron la mitad de las delegaciones. Mientras que Marcelo Ebrard solo guardo silencio, y en el partido de Morena siguen en la campal, dándose golpes de pecho, y cuando se descuidan puñaladas por la espalda, o como cree usted que llegó a la prensa la información de la beca que tiene la hija de Claudia Sheinbaum.
Refil. “El movimiento feminista empezó hace dos años, es conservador y busca perjudicarme”, frase de AMLO que solo da vergüenza. Señor presidente, las mujeres han despertado, son mayoría en este país, y un muro no las detiene. Como dijo Winston Churchill: “Las cometas se elevan más altas contra el viento, no a favor de él”.