¿Y quién es Usted
Por: José Ruíz Mercado
Más de una vez me he preguntado acerca de la necesidad en la cultura de lo
mexicano del sufrimiento cuasi religioso en todas las manifestaciones. Lo
antropológico, digámoslo con elegancia.
Tenemos personajes en la historia con todas estas cualidades. Al nacer en
Coyoacán Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón el año de 1907, un seis de
julio, para ser exacto, parecía, como una estampa, ya estaba escrito ¿Cuánto
tiempo se hacía para llegar de Coyoacán al Zócalo?
Acerca de Frida Kahlo se ha escrito, y se seguirá escribiendo. La riqueza de
un personaje radica en esto, ofrece aristas cada vez más complejas, en
ocasiones elementos tan pequeños, descubrimientos mínimos, acercamientos
de apariencia sutil, los cuales nos permiten, ofrecen, una panorámica con la
cual podemos comprender mejor su obra.
Frida nos ofrece en su obra la estructura de la gráfica más popular mexicana,
su obra me recuerda a las muñecas de cartón, a los milagros, esos retablos
alucinantes: Doy gracias al santito, o a la virgen, no importa a quien esté
dedicado, la intensión es la misma, el agradecimiento ante ese sufrimiento no
deseado, el cual cayó, nadie lo esperaba, y calló todo lo venidero en ese acto
formal religioso de medieval estructura.
Las aportaciones de Frida se encuentran ahí. No en los manuscritos
académicos acercándola a las corrientes del momento. La Kahlo no es
surrealista, por algo el enojo de Frida, es un retablo en donde se ofrece el
agradecimiento; doy gracias a…posiblemente a la vida, posiblemente a
Magdalena, tal y como es su primer nombre, la ironía, Frida, sufrida, como lo
enunció algún miembro de Botellita de Jerez, o como se dijera A cada quién su
Frida.
En 1967 Federico Schroeder Inclán escribe Frida Kahlo. Viva la Vida, la obra
teatral. En 1984 Paúl Leduc dirige a Ofelia Medina en el filme: Frida, naturaleza
viva. Ya se inicia a marcar el personaje.
Tomás Urtusástegui en junio de 2011 estrena Soy Frida, Soy Libre. A partir
de las Cartas Personales, Ofelia Medina ofrece un espectáculo: Cada Quién su
Frida. Y siguen las versiones, el manejo de personajes, la revisión de
circunstancias. Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón es un personaje, un
mito de quien podemos decir todo porque todo es cierto.
Año 2000, se dice, se comenta, la versión de otra obra a cargo de Mary Paz
Gómez Pruneda: Frida Kahlo, Autorretrato, publicada en el libro antológico
Teatro, Mujer y País, de la colección Tablado Iberoamericano, a cargo de
Felipe Galván. De nuevo, otra versión del personaje, el cual, de tanto
nombrarse se engrandece y se vuelve tangible sin desgastarse. Ya no es Las
Dos Fridas, sino la Frida Verde, la Solferino, la Azul Cobalto, la sempiterna por
mil cabezas pintada.
Nos dice la autora, o sea Mary Paz, la obra se desarrolla en Coyoacán,
México, en los meses de julio de 1953 a julio de 1954. La obra transcurre como
un vía crucis en donde la vida intima se vuelve espejo de sí misma. Y sí, cada
quién su Frida.
Falta mencionar a Los Amantes de la Casa Verde, de Mario Diamont y Daniel
Marcome, falta decir de los amores de Carmen Frida, de esa vida en donde la
antropología del dolor ya no alcanza. Los Amantes, León y Frida.
El 13 de julio de 1954 oficialmente fallece Magdalena Carmen Frida Kahlo
Calderón en la Ciudad de México. Nace la leyenda, nace el personaje, nace un
símbolo de la mexicanidad y el feminismo. Nace a manera de teatro, cine,
ensayo, pintura. Para muestra la colección en Papel Amate de Esperanza
Gama de las Fridas.