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Blanca Nieves Palacios Barreda
Migración o invasión
La migración en nuestro país no es nada nuevo, conocido ha sido por el elevado número de personas que, viniendo de países vecinos del sur, pues desde 1980 empezó a ser notoria la migración cuando se dio hospitalidad a personas denominadas, desplazadas que solicitaban protección humanitaria y provenían de Nicaragua, Honduras, El Salvador, huyendo de los conflictos armados que se suscitaban en sus países.
A partir de entonces fue recurrente ver a personas que tomaron nuestro territorio nacional como un lugar de paso hacia Estados Unidos de Norteamérica (E.U.); en su mayoría transitaban sin los documentos requeridos por las autoridades mexicanas para su regular y legal ingreso y menos aún para ingresar a E.U.
Aún en situaciones de migración en grupo, como las que se dan en las caravanas migrantes que se han hecho recurrentes desde 2019 a la fecha para protegerse entre ellos mismos, muchas personas las han tomado como una forma de pasar inadvertidos.
Anteriormente no se asemejaba el número de migrantes con los datos que hoy se registran por al Instituto Nacional de Migración (INM), cuyas cifras en relación con la migración irregular son: de 2010 al 2017, 296, 800; entre hombres y mujeres; para el 2021 y 2023 se alcanzaría la cifra de 63 mil migrantes de manera mensual, lo que arroja un total aproximado de 756 mil personas que han ingresado de manera irregular a nuestro país, más, 94, 450 tarjetas otorgadas por razones humanitarias.
Las autoridades del INM se han visto rebasados por los miles de migrantes, que en su desesperación arremeten contra el personal de esta Institución y miembros de la misma Guardia Nacional, cuando derribando la enclenque malla fronteriza que nos divide de los países del sur y Centro América llegan hasta las oficinas para obtener documentos de transito hacia E.U. pues ese es su destino, otros muchos migrantes aprovechando las trifulcas, se dan a la fuga y se pierden al interior de nuestro país.
La pregunta de muchos mexicanos aún con su gran espíritu hospitalario que los ha distinguido desde el siglo XIX, han sido: ¿porque a partir de 2019, empezamos a ver caravanas de migrantes que congregan de 5 a 7 y hasta 10 mil personas?, ¿quién las organiza?; ¿ignoran que aquí en México también hay pobreza y mucha violencia, al grado de, exponer a sus hijos pequeños y ellas mismas embarazadas a esta situación de inseguridad y violencia que padecemos los mexicanos?.
Peocupa que, de 10 niños, 4 no vienen acompañados; mujeres embarazadas y con 2 o hasta 4 hijos que intentan cruzar nuestra frontera al sur sin la documentación debida, e intentan ingresar a E.U. de irregular manera.
Hoy nos hablan del número de muertos, asfixiados en trailers que los transportan de manera totalmente ilegal mediante una jugosa paga; en camionetas y autobuses en accidentes o al intentar cruzar nadando la frontera ahogados; muchos de ellos, hombres y mujeres dicen ser asaltados y despojados de sus 5, o 10 mil dólares, que era su capital, las mujeres violadas; unos son encontrados muertos, otros son desaparecidos y el país de sus sueños E.U. firme en no permitirles su ingreso de manera irregular.
Cuando algunos, tras muchas vicisitudes logran ingresar a E.U. son deportados a México, declarando las autoridades estadounidenses que somos el tercer país seguro…(???); en los estados fronterizos se ven las multitudes de migrantes, padeciendo el inclemente sol, lluvias, hambre, y hasta el rechazo de muchos ciudadanos mexicanos que a su decir, están siendo perjudicados porque se han recrudecido los asaltos y robos a casa domiciliarias.
Nos hemos convertido en el mayor corredor de tránsito hacia E.U. con los consecuentes e inevitables daños colaterales que causan en nuestro país, pues por un sentido humanitario se les tiene que proveer de albergues, con los servicios propios como: agua, luz, sanitarios, servicios médicos; alimentos, aunque raquíticos y, cuando son víctimas de los “polleros” que les cobran elevadas cantidades por trasladarlos a la frontera, abandonándolos ahí a su suerte, cuando no es en los accidentes vehiculares en los que muchos han perdido la vida o quedan mutilados; a quienes desgraciadamente pierden la vida, hay que pagar el traslado de sus cuerpos a su lugar de origen.
Es esta la situación real de quienes ven en E.U. la solución a sus problemas de: seguridad, económicos, de una mejor vida; país que no abre sus puertas ni a sus vecinos, los mexicanos.
Bueno sería que, no hubiera muros que dividieran a los países del mundo; que hubiera gobernantes con un verdadero sentido de amor a la humanidad y ciudadanos que, luchen en sus respectivos países por ese buen vivir tan añorado por todo ser humano.
Esto de la migración ha sido un verdadero problema para los gobiernos anteriores y el actual y, no vemos como se le pueda dar solución; México de ser el corredor de los migrantes, se ha convertido en un verdadero cuello de botella pues en E.U, nomás no los quieren.
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