Generalidades
José Roque Albín Huerta*
La situación que prevalecía en Europa en el siglo XX, fue el detonante para que en México se realizara la creación del Servicio Militar Nacional, en la que se justificaba que todos los pueblos tomaran medidas adecuadas a efecto de prevenir posibles intervenciones belicosas, ello a pesar de la política interna de nuestro país de la no intervención acogiendo en beneficio de la nación la doctrina James Monroe de 1823, ya que nunca se han albergado propósitos de carácter agresivo, de ahí se desprende la conveniencia de resolver los aspectos trascendentales de la defensa nacional respecto a la instrucción y servicio militar obligatorio.
Es oportuno referir que los antecedentes históricos del servicio militar se documentan desde la época de la Colonia, cuando la otrora Guardia Nacional convocaba a los civiles a que se reclutaran para defender los intereses de la corona, para así pasados los años, participaran en la guerra de Independencia; el establecimiento del servicio militar tal y como lo conocemos en la actualidad, surgió a raíz del génesis de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) ya que existía la posibilidad de que nuestro país se involucrara en esta, no obstante de que México se inclinaba por la doctrina arriba señalada, por ese motivo era urgente la reorganización del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.
El detonante para que se promulgara la Ley del Servicio Militar Nacional el 19 de agosto de 1940 por el entonces presidente de la república, Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), aunque no fue sino hasta 1942, cuando un buque mexicano llamado Potrero del Llano fue torpedeado por los alemanes y México se declaró en estado de guerra, que esta ley se publicó en el Diario Oficial de la Federación en marzo de 1942; y fue por decreto del entonces Ejecutivo Federal, Manuel Ávila Camacho (1940-1946), entrando en vigor el 3 de agosto de 1942.
Entonces, era urgente tomar las mejores medidas por lo que respecta al sistema de reclutamiento, ya que esto cristalizaba las aspiraciones populares en plena marcha del país hacia su desarrollo integral era previsible la llegada del momento en que no funcionaría el método del enrolamiento voluntario, por lo que los obreros y campesinos, con mejores condiciones de vida, podrían evadir el Servicio de las Armas, produciéndose así, un hecho grave que impediría el desarrollo y funcionamiento normal de la institución armada, y ésta, como último recurso, se hubiera visto en la necesidad de conservar a los individuos que la integraban hasta ser retirados por razones de edad, con la doble e indeseable consecuencia de disminuir el poder combativo de las instituciones y de aumentar la carga de clases pasivas.
Los soldados del Servicio Militar Nacional y las mujeres voluntarias que cumplen encuadrados acudiendo los sábados, de acuerdo al Programa General de Adiestramiento, así como los encuadrados voluntariamente en las Compañías de esta Institución acudiendo de lunes a sábado por tres meses, se adiestran para adquirir los conocimientos básicos sobre la doctrina militar vigente, en los Centros de Adiestramiento establecidos en las unidades del Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México, para desarrollar en ellos habilidades, valores y virtudes que les permitan ser mejores ciudadanos.
Una vez que cumplen con su deber constitucional, se les entrega la cartilla militar y pasan a formar parte de las reservas nacionales, para que, en caso de una movilización o necesidad del país, se integren a las Fuerzas Armadas legítimamente constituidas para realizar la defensa de la soberanía nacional o el auxilio de la sociedad en caso de que se registren fenómenos perturbadores de origen natural o humano, que generen un desastre de grandes magnitudes.
Finalmente, la prestación del Servicio Militar Nacional, es una obligación ciudadana que se encuentra fundamentada en el artículo quinto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la Ley del Servicio Militar y su reglamento.
*es rector general del Centro Universitario Uteg