Café sin azúcar
Víctor Vish Fernández
Los ideales, valores e identidad de un partido político se ha ido diluyendo, apunto de desaparecer y solo es el medio para conseguir la banda presencial, no para ayudar a su país, solo para obtener el poder. Hay candidatos que de la noche a la mañana dejaron de creer en los valores de la Revolución, para vestir los colores del partido conservador de derecha y viceversa. También hay candidatos que como chapulín van de partido en partido para lograr su objetivo. De no conseguirlo, crean su propio partido. Así tarden 18 años en llegar a la presidencia, es solo un claro ejemplo de ser una persona “aspiracionista”, casi dos décadas de campaña política, viviendo en la rutina de criticar, señalar, politizar los eventos oscuros de los gobiernos pasados, de prometer y asegurar ser “la esperanza del pueblo”, perdón “la esperanza de México”, el otro era Luis Echeverría Álvarez ( ex presidente 1970-1976), aunque hay similitud, tanta que en ese régimen fue donde nació políticamente un joven de Tabasco, el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El mismo que dice que ya cumplió 98 de sus 100 promesas, a menos que sea atacar la libertad de expresión, mandar al carajo al pueblo, agredir a las mujeres, inventar enemigos, golpes de estado, culpar a los presidentes anteriores, si eso prometió entonces le creo; porque la seguridad de los ciudadanos, no lo logró, como tampoco desmilitarizar al país, crecer seis por ciento la economía, garantizar el acceso a la salud, acabar con el ‘huachicoleo’, bajar el precio de la gasolina, y no olvidemos que canceló Texcoco para empezar Santa Lucía; que cancela Prospera y da comienzo a las becas del Bienestar; que elimina el Seguro Popular y empieza Insabi; cancela la compra de medicamentos, para después adquirirlos con 400 por ciento más elevado el precio.
Todo esto solo por qué dijo que había corrupción, pero nunca dio nombres o pruebas. Entonces ¿por qué presume haber cumplido en 98 de 100 compromisos? Se me olvidaba que también es el presidente que miente más de 85 veces en cada mañanera.
Café exprés. La violencia y la inseguridad invaden a México. Sus números son alarmantes, ejercer el periodismo es de alto riesgo, en el actual régimen, con un presidente que no tiene respeto al periodista, y a la menor provocación exhibe y ataca. Este problema empezó a incrementarse en el sexenio de Vicente Fox. En la edición 2021 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), México está en el lugar 143, de un total de 180 países en este listado, en cuanto a libertad de prensa. Desde diciembre de 2018 a la fecha, se han asesinado a 44 periodistas y 68 personas defensoras de derechos humanos, de los cuales siete periodistas y dos personas defensoras eran beneficiarios del mecanismo de protección.
También quien es víctima de la inseguridad y violencia que impera en México, son los policías, en lo que llevamos del 2021, van 235 elementos asesinados, con promedio de 1.5 por día. La demagogia del autócrata AMLO, y los “abrazos y no balazos” solo están dejando un país dividido, en manos de la delincuencia organizada.
Refil. Y la presidente de la CNDH, María del Rosario Piedra Ibarra, sigue ausente, dando la espalda al pueblo, con un sueldo que asciende a poco más de 53 mil pesos quincenales, un sueldo que le pagamos usted y yo con los impuestos, solo pedimos que haga su trabajo, y que no solo sea un florero de la 4T. Y les recuerdo lo que una vez dijo Maquiavelo: “La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerlos de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”.