¿Y quién es usted?
Por: José Ruíz Mercado
Los días internacionales siempre responden a un llamado de unidad, a una fecha, de la cual, la humanidad no debiera regresar. Así nos encontramos con el día del autor (el cual el comercio, como tantos otros se adueñó), el día de la danza, del teatro, y tantos otros como la ausencia de libertad, lo bélico, de igualdad, llama a la sin razón humana.
No son festivos sino de reflexión. No son de fiesta, sino de acercarnos a una realidad cotidiana de existencia, búsqueda de unidad, recordarnos, por un momento, la posibilidad de razonamiento y de justicia.
En 1961 el Instituto Internacional de Teatro gestionó ante la UNESCO la necesidad de conmemorar un día una fecha a la manifestación humana integradora de todas las demás. Pero no lo era todo. La pregunta fue más allá: ¿Qué otra podría convocar con tanta fuerza a un mismo espacio? Fue un momento decisivo para la humanidad, con una guerra cercana, con el seguimiento de otra, en puerta la siguiente (la segunda, la de Corea, ya se dejaba ver Viet-Nam) Se requería de un llamado a la paz e integridad.
Se decidió el 27 de marzo como un día para celebrar la convivencia, el ritual presencial, se decidió el reconocimiento a las personalidades de la escena de la entidad con una mención denominada Una Vida en el Teatro a nombre de la comunidad teatral por el Instituto Internacional. Pero sobre todo la unión a partir de la lectura de una carta escrita por una personalidad del ámbito de la escena en un llamado a la unidad, la paz y la concordia. La primer misiva fue escrita por Jean Cocteau.
La carta se lee en todos los espacios donde se realiza una puesta en escena, se destina uno para la envestidura del o los personajes de la entidad; la ceremonia inicia, el gran ritual principia.
Este año se conmemora el 60 aniversario de ese gran año en donde se le dan un lugar a quienes provocan la misse en scène, a los trabajadores de la cultura, a los sacerdotes de la identidad, como alguna vez se consideró en Mesoamérica a los actores.
Este año una actriz es la depositaria de la misiva. Una carta con todo el sentimiento, acorde a los tiempos vividos. Este ha sido el tiempo más difícil… inicia la carta. Un tiempo donde se han perdido los empleos, se han cerrado teatros, muchas familias han quedado en el desamparo.
Una carta pequeña, directa, como una flecha al despertar de la comunidad insensible a una parte de la población, a un grupo pequeño, anónimo en el tumulto, como lo menciona una canción de Serrat.
Si, pequeña, reflexiva, la carta de una actriz que vive la condición de emigrante, la carta de una mujer dispuesta a todo. Actriz de teatro, televisión y reconocida en el cine con el Premio Oscar, o los Globos de Oro.
Ilyena Lydia Vasilievna Mironov, nació en Londres en 1945. Fue educada en St. Bernard (Essex) condado de Inglaterra. Conocida por su participación en el filme La Reina, galardonada en 2007 con un Oscar. Conocida en el medio como Helen Mirren.
Hija de emigrantes rusos, perseguidos políticos por su adhesión al zarismo, llegan a Inglaterra con ese doble estigma. Ser emigrantes y pertenecer a un grupo social no aceptado en los periodos de la guerra.
Helen Mirren, actriz, mujer, emigrante, nos remite a reflexionar acerca de un núcleo olvidado de la población en tiempos de pandemia.