OBSERVANDO
Patricia Alvarado
Disculpen las molestias, pero nos están matando
Guadalajara, Jalisco.- Los feminicidios cunden a lo largo y ancho del país la alerta nacional es imperativa por el alto número de asesinatos de mujeres por violencia feminicida.
Legisladoras y exlegisladoras como Martha Tagle, Lorena Villavicencio, Laura Rojas entre otras se han dado a la tarea de poner en contexto a la clase política el exigir en alerta nacional por los feminicidios y señalan que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) remarca que de enero a marzo del 2022 se registraron 229 presuntos feminicidios más la cifra negra que es incalculable.
No obstante que México ha sido el primer país en tipificar el delito de feminicidio creando instituciones como la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) y la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, los esfuerzos lastimosamente no han sido suficientes a las mujeres las siguen asesinado por el hecho de ser mujeres.
Es a raíz de los últimos acontecimientos suscitados con la joven Debanhi Escobar y María Fernanda Contreras es que se está en la exigencia de esta Alerta Nacional, porque políticas van y vienen y los feminicidios aumentan de forma alarmante donde se ve y se palpa la incapacidad de las autoridades para parar esta pandemia social que inicio hace 30 años en ciudad Juárez, Chihuahua.
El país vive una grave enfermedad social llamada violencia de género, hay un odio social hacia las mujeres que se visibiliza por la forma en que a estas mujeres las asesinan, las matan.
El gobierno federal actual pareciera que les ha rebasado la problemática de las mujeres, han sido omisos y su silencio ante la violencia machista y misógina es condenable pues no han podido articular acciones contundentes para que paren estos asesinatos de mujeres.
Hay que internalizar en todas las personas la conciencia de que la violencia no es normal, que no es el camino para resolver problemas, diferencias o conflictos y que las relaciones humanas con enfoque de derechos humanos tendrían que ser prioridad de la sociedad en general, la Organización de las Naciones Unidas nos recuerda: “La violencia contra la mujer es una forma de discriminación y una violación de los derechos humanos. Causa sufrimientos indecibles, cercena vidas y deja incontables mujeres viviendo con dolor y temor en todos los países del mundo. Causa perjuicio a las familias durante generaciones, empobrece a las comunidades y refuerza otras formas de violencia en las sociedades. La violencia contra la mujer les impide alcanzar su plena realización personal, restringe el crecimiento económico y obstaculiza el desarrollo”.
Como sociedad civil no nos convirtamos en cómplices silenciosos de la violencia, visibilicemos, denunciemos, volvámonos parte de la solución de las violencias contra las mujeres de cualquier índole y apostemos a la paz de las mujeres, hombres y toda la humanidad.
Pax