Saltar al contenido

Quema de brasieres

Patricia Alvarado Defensora de Derechos Humanos
Compartir en:

OBSERVANDO

Patricia Alvarado

Quema de brasieres

Guadalajara, Jalisco. Cada año la marcha feminista del 8 de marzo levanta un revuelo de opiniones y suspicacias, lo real y tangible es que las mujeres que marchan van por el legítimo derecho de exigir el respeto a sus derechos humanos no importando formas y exámenes de conciencia ajenas.

     Desde hace varios años las manifestaciones de mujeres están llenas de formas innovadoras de manifestarse, formas que describen su dolor, impotencia, coraje, por no ser escuchadas e invisibilizadas en sus demandas de justicia, igualdad, inclusión y libertad.

     Recordemos la “quema de brasieres” de hace más de cincuenta años donde un grupo de mujeres que protestaba contra un concurso de belleza denominado “ Miss América” en Nueva Jersey, Estados Unidos, y donde mujeres tiraron labiales y tacones y cuya acción llamaron “ basurero de la libertad”  cuyo objetivo era deshacerse simbólicamente  de los objetos de presión y de cánones sociales y de discriminación destinados específicamente para las mujeres, eran jóvenes mujeres trabajadoras que estaban hartas de servir café y no participar en políticas; no obstante estos acontecimientos se trivializaron dejándolos como un acontecimiento más ya que las mujeres concursaban por ganarse una beca y donde había exclusión pues no participaban negras, puertorriqueñas, latinas aceptando solamente mujeres blancas.

     En la actualidad la pinta y destrucción de monumentos, paredes gubernamentales, iglesias, causa tanta indignación como si se tratara de un ser humano, sin entender que las nuevas generaciones como antaño están hartas de la violencia de género, feminicidios, injusticias, desigualdad, discriminación, inequidad económica, y que la iconoclasia (ruptura de imágenes)  es la destrucción de monumentos, esculturas, arte, o cualquier ícono que represente a figuras de autoridad por motivos ideológicos, religiosos y políticos, y se convierte en una acción que se realiza históricamente por movimientos sociales que buscan un cambio de gobierno y de sistema por tanto se convierte en un derecho y no es considerado como vandalismo porque forma parte de exigir justicia, protestar y marchar.

     La vida de una mujer en el sistema patriarcal se ha visto como algo desechable, de consumo, y eso lo confirma el presente con más de 10 feminicidios al día y donde la justicia es lenta, cubierta de impunidad y corrupción.

    En Jalisco podríamos enmarcar la “quema de brasieres” con la “quema de batas” en el Centro de Readaptación Femenil de Puente Grande Jalisco y donde en el marco del día internacional de las mujeres las reclusas y el director del mismo centro penitenciario externaron que las batas habían sido impuestas por un sistema que no tenía razón de ser y que si los hombres no las usaban las mujeres no tendrían porque; estas batas  propiciaban la estigmatización, la quema un hecho histórico y simbólico atendiendo a la igualdad de derechos.

Usted tiene la mejor opinión. Pax

👋
Suscríbete al boletín

buzón

Noticias Actualizadas por e-Mail

¡gracias por leernos!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *