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Desde 1982, La Danza

Desde 1982, La Danza
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¿Y quién es Usted?
Por: José Ruíz Mercado

Movimiento, una línea en el horizonte, poesía visual, armonía de cuerpos.
Ritual de esperanzas, juego cíclico, para algunos historiadores, manifestación
prima, hecho escénico, conjunción comunal, fuerza espiritual.
La danza reúne, conjuga los juegos de la mente en una caricia donde la luz
envuelve cadenciosa en los patios, en el salón, en la montaña. Habla con los
dioses, con los ancestros, con la pareja enamorada. La danza.
La danza nos permite llevar el escapulario silencioso, es el otro, o soy yo en
el ritmo de una orquesta de luces, de una luna melancólica entre la sombra de
los árboles. Ritual pleno.
A partir de 1982 la UNESCO decreta el 29 de abril como su día, la
celebración, el venado siempre alerta al universo. El escenario mítico con los
nombres labrados como un canto sempiterno.
Y vienen las alusiones, los nombres, los personajes, las publicaciones, los
había una vez, los recuerdos, la historia. Los nombres: Carlos Illescas, Carlos
Iñiguez, César Delgado Martínez, Rocío Hidalgo, Liz Mercado, Antonio
González Juárez, Josefina Lavalle, Flor de Loto Hernández León. Y se queda
el eco.
Y se queda el eco. Y viene el había una vez una revista de nombre Villette
editada en el último año del Siglo XX, y había una Compañía de Danza llamada
La Libido en Guadalajara.
Rocío Hidalgo entrevista a Josefina Lavalle (página 5/6) del número 3, ahí
hace una afirmación contundente: “Es importante que el público cuente con
cierta experiencia como espectador en este arte, aún y cuando no tenga que
ser especialista. Porque aunque es cierto que algunas coreografías de danza
contemporánea son más fáciles de asimilar, hay otras para las que es
necesario contar con referentes. Una analogía es lo sucedido con la música; se
debe tener un oído educado para apreciarla; carecer de educación musical no
impide disfrutarla, pero si limita otras apreciaciones”
El número 3 de Villette es el número del eco. El año uno antes de terminar el
Siglo. El infinito. El año cuando la historia de la danza en Guadalajara se
detuvo para dar paso a la reflexión, la seguridad laboral. Por un momento
dejamos lo poético para ir a lo concreto.
“Nuestro nombre es La Libido. Es un término controvertido, que como todo lo
que ha nacido, evolucionó desde que Sigmund Freud lo adoptara, cuando Jung
vino a ampliar el concepto para llevarlo al plano de la energía vital y sus
manifestaciones” Leímos en el programa de mano de julio de 1998 para la
función en el teatro Alarife Martín Casillas, el Ideario del grupo escrito por Flor
de Loto Hernández León.
Era sábado 29 de mayo de 1999, rumbo a San Gabriel, Jalisco. Flor de Loto,
Héctor Alejandro Torres Navarro, Laura Carolina Saldivar Esparza, fallecieron
en un evento automovilístico. Luego los siguió Wendy Vázquez Medina.
La Libido nos dejó piezas con un alto contenido estético. Coreografías como
Metrópolis, con música de Krafwerk; Arcaico con música de Jorge Reyes, son
algunos ejemplos de esta agrupación y su director Antonio González Juárez,
quien se inicia con Deborah Velázquez en 1982. La Libido dejó huella, marcó
senderos de contemporaneidad, un canto de sol que resplandece, como se
afirmó en ese número 3 de Villette.

Flor de Loto terminaba el texto de la presentación: “Al decidir vivir, bailar se
convirtió para nosotros en un compromiso ético y a la vez en uno social.
Abordamos temas que nos atañen como sociedad e individuos. Bailar es
nuestro hacer, y a través de él proponemos alternativas a la realidad actual”.

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