Saltar al contenido

Al rescate de nuestros jóvenes

Blanca Nieves Palacios
Compartir en:

SOLO PARA QUE TE ENTERES

Blanca Nieves Palacios

Al rescate de nuestros jóvenes

La vorágine política que nos envuelve y mantienen muy ocupados a los adultos, padres, abuelos, maestros, ha permitido la permisividad de que, a nuestros jóvenes, desde muy temprana edad, nos los mediaticen y sean presa fácil de quienes por años han dedicado su vida a acumular grandes fortunas cometiendo hechos delictivos.

Viene a mi memoria recuerdos de niños jugando en los patios del Jardín de Niños de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), en aquellos años de la década de los 80’s, ya se vislumbraba ese poder ejercido a través de los medios de comunicación al escuchar los diálogos de niños de nivel preescolar: “yo soy caro quintero…, no tu eres policía,… no, no, yo soy, el señor de los cielos”; en esos tiempos enfatizábamos en la Escuela de Padres de esa institución preescolar, la importancia de prestar atención, a lo que sus niños veían en la televisión, las canciones que escuchaban en la radio, las propias conversaciones de los adultos.

Lamentablemente, he de reconocer que, de los padres de aproximadamente 400 alumnos, era un muy pequeño porcentaje los que acudían a esa Escuela para Padres, es de suponerse que, en otras escuelas y colegios de nivel primaria y secundaria, ocurría algo similar, tal y como ocurre en la actualidad.

El minimizar un hecho tan importante, desde esa época no solo de los 80´s sino desde décadas anteriores, ha dado lugar a lo que hoy estamos viviendo y padeciendo; vivir a atemorizados por los grados de violencia que rebasan todo lo imaginable, cuerpos destrozados; familias enteras masacradas; cuerpos colgando de los puentes; miles de jóvenes, hombres, mujeres y niños desaparecidos; brutales enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico, en su mayoría jóvenes; emboscadas a los policías, de la guardia nacional y soldados del ejército nacional, donde mueren, de uno y otro bando y hasta balas perdidas que arrebatan la vida a personas que nada tienen que ver con ese fatal negocio.

Nos quejamos de la inoperancia de las autoridades para combatir la delincuencia y sobre todo de lo que nuestros niños y jóvenes ven por largas horas, en sus tablets, teléfonos celulares, videos televisivos, dónde hasta los adultos, nos impacta, nos molesta, toda la basura verbal e imágenes que ahí presentan y que invaden la mente de estas nuestras nuevas generaciones con deformaciones que propician su proclividad a ver en cantantes jóvenes haciendo verdadera apología, de conductas y vocabulario inadecuados y del narcotráfico.

Haciendo ver a la mujer como siempre se ha visto, como un verdadero objeto sexual, a esos “personajes” los ven como verdaderos héroes a imitar y, a querer repetir todo tipo de adicciones de las que les hablan en sus “canciones”, obsesionándose por ser o tener lo que esos deformados personajes les presentan como: perfumes, joyas, ropa, zapatos, carros, cuyos precios son inaccesibles para la gran mayoría de padres de familia y, todo esto, induce a los jóvenes a quedar atrapados en redes delictivas de las que difícilmente salen vivos.

En la actualidad se están dando luchas campales en el seno de las familias para evitar que sus hijos vean esos videos, escuchen esa música que las tararean hasta dormidos.

A esto se le agrega el vocabulario de cientos de comunicadores adultos, (con sus muy honrosas excepciones) en sus programas de análisis, información nacional o internacional, el vocabulario soez es recurrente, utilizando las mentadas de madre, palabras por demás altisonantes de todo calibre, olvidando que ellos como periodistas, deben ser un ejemplo para sus miles de escuchas, ya sea en radio o televisión, sobre el respeto que a su auditorio deben.

Nuestras autoridades actuales en tanto no son “las mismas de antes”, por ejemplo, la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Gobernación, deberían ser coadyuvantes con los padres de familia; colegios; escuelas; particulares y públicas, estableciendo reglas y normas a seguir cuando sus trabajos son públicos y dirigidos abiertamente a toda clase de público, sobre todo, reiteramos, cuando de jóvenes se trata.

No es este planteamiento, una limitante de manera alguna a la libertad de expresión, pero si enfáticamente aseveramos, al libertinaje que de la expresión se hace.

Saludos conciudadanos

Tal vez te puede interesar Reconocimiento Affidamento Jalisco 2025: confianza y liderazgo entre mujeres

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *