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Entre Monarquía y República

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        “Vos no acabáis de entender

majestad de unos cegados

      que fue más lo que nos quitasteis

      que lo que nos hubieseis dado

                 Blanca Palacios.

Entre Monarquía y República

Olvidado está en el tiempo para quienes mucho daño hicieron que, al llegar los españoles a éste Continente Americano, su conquista debería ser plena, pues al decir de historiadores, creyeron que al encontrar “nuevas tierras” éstas eran ya de su propiedad con todo lo que en ella existiera.

Tal ha sido el comportamiento  de reyes y reinas  que por siglos, han obligado a su ciudadanía, “súbditos” les llaman, a mantenerlos a ellos y a su “corte” en lujosos castillos, con una vida de derroche exagerado y superfluo, donde brilla el oro del que nos despojaron y piedras preciosas del país en el que han puesto su invasor pie.

Tal fue el daño causado que, al considerarnos incivilizados y mudos, no solo nos despojaron de todas nuestras riquezas con una impunidad impresionante y la complicidad de la iglesia católica; suplieron nuestras lenguas indígenas, por su español deformante y nos impusieron a un Dios al que nunca hemos visto.

La maestra Eulalia Guzmán Barrón (1890-1985) reconocida y respetada Arqueóloga, Antropóloga y Paleontóloga, afirmaba que: “los pueblos de Anáhuac, no fueron incultos ni salvajes ni sanguinarios; no existió la sumisión ni cobardía de Moctezuma, ni la entrega voluntaria de esos pueblos a los conquistadores, lo escrito por sus cronistas eran mentiras para justificar sus atrocidades”.

Agregando la maestra que: “Hernán Cortés, dirigía cartas al Rey Carlos V, diciéndole que, en los sacrificios los sacerdotes les quitan el corazón y entrañas y las queman en ofrendas”,  acara la maestra en sus valiosas investigaciones y escritos que: “efectivamente si eran piedras con puntas de maguey con lo que a los ofrendantes les punzaba la oreja, limpiando una gota de sangre con una hoja que quemaban en copal para sus ritos religiosos al tiempo que ofrendaban comida, frutas, joyas; de ahí surgió el mito de los “sacrificios humanos”, que se creyeron y se siguen creyendo”. (Instituto Nacional Indigenista, Texto: Cuando El Poder te Mata, de la autora).

Ese sistema monárquico, aunque a muchos habitantes del mundo nos resulta insultante en España prevalece, aunque lo aderecen con una presidencia y un congreso,  hasta para mover un dedo requieren de la autorización de su majestad el rey o la reina en turno.

Ante la petición del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ” al rey de España Felipe VI de que se pidiera perdón a los pueblos indígenas que sobrevivieron a sus masacres, fue motivo de una irrespetuosa burla a nuestra país que, de generoso se ha pasado desde siempre con los españoles; pero finalmente para nada ocupamos su perdón la negativa del rey, habla de la calidad de seres humanos que son (con sus honrosas excepciones) y quienes lo sostienen con su ociosa corte.

Este episodio ha sido todo un ejemplo de lo que aquí, con todo y que somos una República tenemos coincidencias; con tres Poderes a saber. Ejecutivo,  Legislativo, y Judicial (y otros más de los cuales hablaré después); mismos que por muchas décadas se han dado vida de lujos, riquezas, sintiéndose unos reyezuelos, cuyas fortunas, desconocemos, pero intuimos por la vida que se dan justamente en, España y Estados Unidos de Norte América, lo cual esos países no deberían permitir, pues dónde deben estar es en la cárcel, pero por esos países son bien recibidos porque contribuyen con lo robado a la economía de esos países que albergan a verdaderos delincuentes llamados, expresidente y exgobernadores.

El presidente AMLO  termina su sexenio, tuvo su corte, aquí se le llama “gabinete”; tuvo la fortuna como mexicano, de vivir en un Palacio Nacional, porque así lo requerían las circunstancia de su trabajo, eso dijo;  y disfrutó de los beneficios que ese cargo le dimos como presidente; trabajo mucho, pero nadie le impuso ese ritmo de trabajo, el solito lo escogió y pudo pelear desde su mañanera con una minúscula oposición, pues sus adeptos ascienden a millones; encubrió a corruptos, y hasta los alababa; con la puerta abierta que anuncio se colaron cientos de prianistas de lo más corrupto 

No encarceló a nadie de los que tanto daño hicieron a México y consecuentemente a los ciudadanos, es más, al expresidente corrupto, Enrique Peña Nieto, hasta lo llegó a alabar; a pesar de conocer a plenitud la enorme deuda del Fondo Bancario para el Ahorro (FOBAPROA), no movió un dedo para impedir que la sigamos pagando, sus “equivocaciones” fueron muchas y esperábamos que fueran menos, ¡si por eso lo pusimos de presidente!

Ya llega la presidente Claudia Sheinbaum, ha nombrado su corte, digo su gabinete, varios impresentables, que, a pesar de la inconformidad manifiesta no escuchó al pueblo, ignoramos a quien escucharía, desde que lo puso en la Secretaria de Seguridad en la ciudad de México, siendo ella la Jefa de esa ciudad; con un Comité Directivo de MORENA, mismo que eligieron a su antojo, que solo brincaron de un alto puesto a otro igual de alto, ignorando a la militancia, para variar.

No podría obviar lo que identifica a una Monarquía de una República, en ambos casos el pueblo los mantiene, aunque sean corruptos, cínicos y oportunistas, más lo que usted guste agregar.

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