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Roque Albin Huerta
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Generalidades

Roque Albin Huerta

¡Para pensarse!

La palabra recreativo significa, según el Diccionario de la Real Lengua de la Academia Española, “Que está destinado a divertir o a entretener”. Terapéutico es un concepto de la lengua griega y que alude a aquello vinculado a la rama de la medicina que se encarga de la difusión de las pautas y del suministro de remedios
para tratar problemas de salud.

Estos dos términos nos llevan a una reflexión en caso de ser constitucionalmente aprobado el uso de la marihuana. En noviembre del año 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aprobó el uso recreativo de la marihuana, una decisión considerada como histórica en nuestro país, desde luego en beneficio de cuatro personas que interpusieron amparos, porque la Secretaría de Salud les negó su petición, pero ello, también abrió las puertas para que se viniera una escalada de amparos que seguro varios, no todos, se resolvieron favorablemente a los promoventes.

Es innegable que esta planta posee propiedades terapéuticas, que de ella provienen numerosos productos químicos, se ha comprobado que para enfermos del SIDA les provoca una mayor la ingestión de alimentos, disminuye la presión intraocular, tiene propiedades antiespasmódicas, benéfica para el Parkinson, esclerosis múltiple y para otras patologías más, es indudable que en algunos casos puede ser factor de una mejor calidad de vida para este sector.

¿Pero qué sucede con las personas que hacen uso de la marihuana sin ningún fin curativo o terapéutico?

Para que el ser humano esté consciente y en sus cinco sentidos, gusto, vista, olfato, oído y el tacto, captan todas las impresiones que son transmitidas al cerebro, con esta dependencia comienzan a perder la memoria, en algunos casos son agresivos, hay también casos documentados que quién la usa ha cometido
delitos como homicidios, robos, asaltos, y desde luego suicidios, tienen menor rendimiento en el trabajo, se les comienza a manchar la piel.

Cierto que se están haciendo estudios para que a la marihuana se le separen los componentes químicos y quede sin efectos psicotrópicos, pero todavía hoy no se ha logrado este objetivo.

Para tratar de prevenir, curar o erradicar este problema de salud pública, los tres niveles de Gobierno, Instituciones privadas, Organismos no gubernamentales, Asociaciones Civiles, de Colonos etc., tienen programas que ayudan a las personas con esta enfermedad y que, con el apoyo de las universidades, se dan
pláticas, conferencias y todo aquello que conduzca a mejorar la vida del individuo.

En el Congreso de la Unión existen iniciativas que pretenden convencer a la regulación de la marihuana, que finalmente será una legalización constitucional de la siembra, cultivo, cosecha, venta y uso de esta planta psicotrópica, con el argumento de que con ello estaríamos a la altura de los Estados Unidos de Norteamérica y que se terminaría el mercado negro para la adquisición de este estupefaciente.

Que fuera el gobierno el que mantuviera este control, que también pudiera ser un nicho de oportunidad para que hubiese jóvenes emprendedores, no es del todo mala idea solo que, finalmente solo terminaría con eso, el mercado negro, pero con los demás efectos que causa son irreversibles, tendría que definirse muy bien qué sector de la población pudiera adquirir para su consumo la marihuana, de no ser así, entonces sucedería como con los cigarrillos que están a la venta y al alcance de los consumidores aunque norma de salud indica que no debe venderse esos cigarrillos a menores de 18 años es constante ver jóvenes de primaria y secundaria y aun los que no estudian fumando en la calle.

Usted amigo lector tendrá la mejor opinión al respecto, como siempre agradecido por su lectura y comentarios que me dan ideas para seguir escribiendo.

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